Un estudio recientemente publicado en la revista Gaceta Sanitaria asegura que el 44,6% de los jóvenes ha sufrido alguna situación de violencia de pareja sin ser consciente de ello. La razón es que la investigación etiqueta como "violencia" cosas que difícilmente pueden considerarse como tales. Por ejemplo, se incluye en el porcentaje el 30% que dice haber padecido desapego, que es cuando la pareja deja de hablar o desaparece durante varios días sin dar explicaciones como manera de demostrar enfado; o el 25% que reconoce haber sufrido coerción, una manera de poner a prueba el amor con trampas para comprobar si la pareja le quiere o le engaña.
En cualquier caso, estas formas más o menos sutiles de control, que no de violencia, son percibidas con más frecuencia por los varones, que manifiestan en un 20% haber sufrido castigo emocional, frente al 7,6% de las mujeres. También la violencia física se percibe con más frecuencia entre los hombres. La reconocen el 6,6% de los chicos, frente al 2,3% de las chicas. Unas cifras que pueden resultar sorprendentes, pero que coinciden con otros estudios realizados en diversos puntos del mundo. Curiosamente, aunque el porcentaje de violencia percibida es superior en los estudiantes varones al de las mujeres, pocos reconocen directamente el maltrato: solo el 3,6% de los chicos se declara maltratado, frente al 7,9% de las chicas.
El Cuestionario de violencia entre novios (CUVINO) ofrece información sobre ocho formas distintas de lo que denominan violencia en la pareja, y que ya hemos visto que incluyen comportamientos que, por más censurables que sean, difícilmente pueden considerarse como tales. Es el instrumento validado que han utilizado los investigadores de este estudio, de diferentes departamentos de psicología y de salud pública de las universidades de Sevilla, Huelva y Oviedo.