Activistas de la organización Greenpeace causaron "daños irreparables" en un área de 1.600 metros cuadrados de la zona intangible de las líneas de Nazca, en el sur de Perú, a la que ingresaron el lunes para realizar una protesta ambientalista, afirmó este miércoles la fiscalía peruana en un comunicado.
La fiscal Velia Begazo, de la Segunda Fiscalía Provincial de Nazca, abrió una investigación preliminar del caso tras recibir una denuncia presentada por el Ministerio de Cultura peruano. Según la información, Begazo inspeccionó la zona colindante a la figura arqueológica del Colibrí, acompañada por policías y expertos de Cultura, donde "se detectaron daños irreparables en un área de 1.600 metros cuadrados".
Ante esto, la investigación preliminar busca determinar la identidad de los activistas de Greenpeace que ingresaron en la zona intangible de Nazca, declarada patrimonio cultural de la humanidad. Los implicados, que al parecer son doce personas, "habrían incurrido en el delito contra el patrimonio cultural" que contempla penas de hasta 8 años de cárcel.
Disculpas incompletas
Tras la ola de críticas que recibió por su ingreso a la zona intangible, Greenpeace emitió un comunicado en el que ofreció disculpas "sin reserva alguna" por su acción, aunque la restringió a "cualquier ofensa moral que se haya causado al pueblo peruano".
"Lo lamentamos profundamente y somos plenamente conscientes de que nuestro mensaje no ha sido percibido como esperábamos. En lugar de transmitir un pedido de urgencia y esperanza a los líderes reunidos en la Cumbre del Clima de Naciones Unidas que se lleva a cabo en Lima, nuestro mensaje ha tenido un efecto muy distinto, siendo concebido como irrespetuoso y poco empático", señaló.
La organización aseguró que se reunió con representantes del Ministerio de Cultura para ofrecer sus "más sinceras disculpas a la autoridad competente" y aseguró que da "la bienvenida a una investigación independiente de las consecuencias" de su actividad.
"Una investigación en la que, por supuesto, vamos a cooperar", añadió antes de anunciar que el director ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, llegará esta semana a Lima "para disculparse personalmente por la ofensa causada por la actividad, así como representar a la organización en cualquier discusión con las autoridades peruanas."
Sin embargo, el viceministro de Cultura de Perú, Luis Castillo, afirmó que las autoridades peruanas han rechazado las disculpas ofrecidas por Greenpeace porque la organización no admite el daño causado al patrimonio histórico y cultural del país. Perú ha señalado que los activistas ingresaron de manera "ilegal, inconsulta y premeditada" a "un área donde está estrictamente prohibido cualquier tipo de intervención, dada la fragilidad que rodea las figuras".