"La razón de la piel clara y el pelo rojo es que no disfrutamos de suficiente sol y tenemos que obtener toda la vitamina D que podamos", asegura a Scotland Now el doctor Alistair Moffat, director general de ScotlandsDNA, una empresa dedicada a ofrecer estudios genéticos. La mayor incidencia de pelirrojos en Escocia, Irlanda y el norte de Inglaterra se debería entonces a una adaptación evolutiva para adaptarse a climas en los que el sol ni está ni se le espera la mayor parte del año, al igual que sucedería con los rubios en Escandinavia.
Así, aunque menos de 1% por ciento de la población mundial es pelirroja, en Escocia esa cifra se dispara hasta el 13%. De hecho, un estudio reciente afirma que un 40% de los escoceses tienen ese gen, que es recesivo. Eso significa que para ser pelirrojos los hijos deben heredar esa característica tanto del padre como de la madre. Sin embargo, aunque la teoría que cita Moffat sobre la pervivencia del gen de los pelirrojos se formuló en los años 70, recientemente científicos como Rosaline Harding han concluido que la mejora en la captación de vitamina D no es significativa y que la razón por la que existen personas con pelo rojo en el norte de Europa es casual: la mutación sobrevivió en el norte porque no era perjudicial y en África no porque con mucho sol las probabilidades de morir de un cáncer de piel son mucho mayores.
El antropólogo canadiense Peter Frost ha ido más allá al afirmar que los genes tanto de pelirrojos como rubios se extendieron con cierta rapidez en áreas muy concretas por medio de la selección sexual: las hembras con pelo de estos colores serían más atractivas y habrían tenido mayores oportunidades de reproducirse en épocas de mucha competencia sexual por los machos.
Pero Moffat no sólo desprecia estos estudios recientes, sino que va más allá y llega a afirmar que "si el clima está cambiando y se hace más o menos nuboso eso afectará al gen. Si hay menos nubes y más sol entonces sí, habría menos gente con ese gen". El medio cita además a un "científico anónimo", que se supone no da su nombre por la "naturaleza teórica de su trabajo", quien afirma que "el cambio climático podría suponer un descenso en el número de pelirrojos en Escocia. Podría tardar cientos de años en ocurrir. El pelo rojo y los ojos azules no están adaptados a un clima cálido. Es sólo una teoría pero el gen recesivo podría perderse".
Al margen del plazo, bastante escaso para tratarse de evolución, esta teoría del cambio climático como causante del holocausto pelirrojo obvia que para que un gen desaparezca debe existir una selección natural negativa, es decir, que poseer ese gen haga más probable una muerte antes de llegar a la edad de reproducirse. En el caso de los pelirrojos, eso no sólo requiere bastante sol, sino que además no hagan uso de las facilidades tecnológicas actuales como, pongamos, cremas solares factor 50.
Quizá la mejor explicación para esta teoría está en los intereses comerciales de Moffat, que ya ha sido criticado en el pasado por realizar afirmaciones científicamente dudosas como forma de promoción de sus empresas en el campo de la genética.