La atracción de los hombres por los pechos de las mujeres es indudable. Un último ejemplo lo tenemos en el éxito de una joven valenciana de 31 años, quien con el pseudónimo de Alicia Young publica fotos de su escote en su blog. Tanta es la fama que ha adquirido que incluso medios extranjeros se han hecho eco de su publicación.
Larry Young, un profesor de psiquiatría en la Universidad de Emory, cree haber hallado la razón. Su teoría se basa en el circuito neural que originalmente se desarrolló para fortalecer el vínculo entre madre e hijo durante la época de lactancia, y que también podría fortalecer el vinculo entre parejas, dando como resultado el amor por los pechos tanto de los hombres como de los bebés.
Durante la lactancia los pezones de una mujer se estimulan y se genera la oxitocina, un compuesto químico también conocido como "droga del amor". Esto hace que la madre enfoque toda su atención y afecto hacia su bebé, pero Young cree que este proceso no solo esta reservado para los niños sino que también para los hombres, según explican en el blog Life's Little Mysteries.
Su explicación es muy sencilla: cuando se estimula el pezón de una mujer no sólo aumenta la excitación sexual y la estimulación vaginal; este proceso hace que se desencadene la liberación de oxitocina en el cerebro de la mujer, al igual que pasa cuando un bebé se alimenta. En este contexto esta sustancia hace que la mujer centre toda su atención en su pareja lo cual fortalece el deseo de relacionarse con esta persona. En definitiva, los hombres pueden hacerse más deseables mediante la estimulación de los pechos de una mujer.
Esta atracción por los senos es un efecto del cerebro que se produce en los hombres heterosexuales cuando llegan a la pubertad. Esta evolución hace que los hombres se sientan atraídos por los pechos en un contexto sexual teniendo como resultado la activación del circuito de unión con la hembra, por lo que las mujeres se sienten más unidos con él.
¿Por qué con los mamíferos no ocurre si ellos también amamantan a sus crías? Este cambio evolutivo solo ocurre con los seres humanos ya que mantienen relaciones monógamas, mientras que el 97% de los mamíferos no. En segundo lugar se plantea que al ejercer relaciones sexuales en posición horizontal y estar cara a cara con la otra persona nos permite mayor acceso a los senos.
Otro dato que se plantea es el porqué en otras culturas las mujeres no llevan los senos cubiertos y los hombres no parecen encontrarlos excitantes. Young aclara que el hecho de que los senos no estén cubiertos no significa que masajearlos no sea estimulante y no forme parte del juego previo antes de las relaciones en estas culturas.