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El calor ha permitido que el Ártico acoja nuevas especies

María Gavrilo, la bióloga y ornitóloga rusa que las ha observado, piensa que el efecto será temporal porque el clima es cíclico.

María Gavrilo, la bióloga y ornitóloga rusa que las ha observado, piensa que el efecto será temporal porque el clima es cíclico.
Imagen creada para mostrar la extensión del hielo en el Ártico el 16 de septiembre de 2012. | NASA

"Hemos encontrado menos hielo y, en consecuencia, más pájaros, plantas, hongos y mosquitos que antes. Además, nos hemos topado con ballenas nunca antes vistas en unas latitudes tan septentrionales del planeta", afirma María Gavrilo, bióloga y ornitóloga rusa tras regresar de una expedición de tres meses al archipiélago de la Tierra de Francisco José.

La expedición científica rusa, que incluía a expertos en botánica, zoología y oceanografía, llegó a la conclusión de que debido a la reducción de la superficie de la capa de hielo y a que se derrite cada vez más temprano, "las condiciones para la vida animal y vegetal son ahora más benignas" en la región del mar de Bárents. "Lo que aún no sabemos es si la presencia en el Ártico de fauna y flora desconocida para estas latitudes se debe al ya conocido calentamiento global temporal o a un cambio climático más duradero", matizó.

En particular, Gavrilo se ha topado con cuatro especies de pájaros inusuales para el archipiélago –gaviotas de Sabine, págalo grande o escúa, el pato marino de cola larga y varios tipos de andarríos–, además de tres nuevas clases de mosquitos y ballenas. "Se trata de ballenas sureñas. Las corrientes de agua caliente se dirigen al norte y las ballenas simplemente siguen a los organismos de los que se alimentan. Pero hay que reconocer que estos animales son un buen indicador, ya que se encuentran en la cima de la pirámide de la alimentación", apunta.

Según Gavrilo, no cabe duda de que la reducción de la capa de hielo ártica durante los últimos 10-20 años es una "anomalía". "Ciertos tipos de gaviotas y los osos polares son los que más sufren por el derretimiento cada vez más prematuro. En concreto, los osos son malos cazadores en tierra firme", dijo.

"No estamos ante un calentamiento eterno"

Con todo, la zoóloga rusa es una firme defensora de la teoría cíclica del cambio climático y recuerda que algunos científicos ya pronostican un pronto enfriamiento del planeta a la vista de los procesos en marcha en el sol. "Ya hubo épocas más calientes que ahora y no se produjo ninguna catástrofe. Algunos creen que el clima está cambiando debido a la acción del hombre y que el daño es irreversible. Yo, en cambio, creo que la naturaleza sigue siendo más fuerte que el ser humano. No estamos ante un calentamiento eterno", indica.

Eso sí, en su opinión, la principal amenaza para la naturaleza es la agresiva ambición comercial del hombre y su deseo de acceder a territorios inhóspitos como el Ártico. "El hielo cede, aparecen nuevas tierras y esto atrae al hombre. El peligro reside en el acceso del hombre a las plataformas continentales, las perforaciones en busca de petróleo y la pesca intensiva", advirtió.

Gavrilo está a favor del turismo ártico, consciente de que, debido al difícil acceso y a su alto coste, nunca será masivo. "En los últimos dos o tres años hemos recibido cruceros con varios cientos de turistas que se quedaron durante unas dos semanas. También es una forma de concienciar a la gente. El 10 por ciento restante son expediciones de turismo extremo, pero son la excepción", señala.

La expedición rusa al archipiélago, bajo bandera soviética y ahora rusa desde hace menos de un siglo, ha permitido trazar un mapa más detallado del territorio, que incluye casi 200 islas. Gavrilo es subdirectora científica del parque nacional "El Ártico Ruso", creado en 2009 y que cubre una superficie de 1,4 millones de hectáreas cubiertas por hielo en un 85 por ciento y donde viven osos polares, ballenas de Groenlandia y narvales.

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