La última edición de Es Sexo, conducido por Ayanta Barilli y Eva Guillamón en esRadio, abundó en todo tipo de noticias relacionadas con el mundo de las relaciones sexuales, además de tratar de manera extensa Frente al mar, uno de los últimos estrenos de la cartelera cinematográfica, un drama protagonizado por Angelina Jolie y Brad Pitt en el que se aborda la crisis de un matrimonio en los años 70.
Llama la atención un tema basado en una recopilación del diario El Confidencial, en el que se abordan las posturas sexuales más difíciles e incluso peligrosas, de esas que abundan en el cine X pero que en la realidad resultan más antinaturales de lo que parece.
En primer lugar, el famoso 69, en el que cada miembro de la pareja está posicionado frente a los genitales del otro, y que favorece los rodillazos o patadas casi tanto com el placer. Tal y como se explicó en Es Sexo, puede provocar contracturas o ahogamientos y mucha, mucha concentración (la que exige centrarse en nuestro placer o el de la pareja).
Con comida no siempre sienta mejor. Algo que los fanáticos del cine X más salvaje quizá estén acostumbrados a ver es aquello de introducirse determinados alimentos con una determinada forma, ya saben a qué nos referimos... Pero mucho cuidado en este punto: puede provocar infecciones o intoxicaciones, y sin duda es más práctico usar juguetes sexuales por todos conocidos.
La de la vaquera invertida es tan llamativa como su nombre da a entender. En cuclillas o de rodillas pero encima del hombre tumbado boca arriba, dando la espalda a su cara (y sin establecer contacto visual con él). La columna sufre, los pies se sobrecargan, y el placer -aunque esto depende- tampoco es para tanto, lo que podría llevar a movimientos inesperados que podrían forzar el pene. En efecto, en las películas queda mejor.
El sexo tántrico también exige lo suyo. Se requiere mucha resistencia física y concentración mental, lo que requiere tiempo y ganas, muchas ganas.