Los cortes de pelo en el Parlamento catalán son, cuando menos, extravagantes. El más estéticamente reprobable hasta la fecha era el de Anna Gabriel, de la CUP, para quien bien parece que su peluquero utiliza un hacha en vez de las tradicionales tijeras.
Pero llegó Carles Puigdemont, ya nuevo flamante presidente de la Generalidad, y todas las miradas se volvieron hacia su cabellera, no muy aseada la mayoría de las veces, y su look a lo muñeco de Playmovil o quinto Beatle, como se reseñó en las redes sociales.
Tan llamativo resulta que este miércoles su peluquera ha sido entrevistada en el Vesiò RAC 1, recogido por La Vanguardia. Totalmente insatisfecha con la imagen de Puigdemont, Mercè ha explicado que ha habido varios intentos infructuosos de intentar "vaciarle un poco el pelo".
Su estilista, que le atiende desde hace seis años en una de las peluquerías de la cadena Llongueras en Gerona, ha revelado que "siempre quiere el mismo peinado". Su estilismo es "bastante progre", ha señalado.
"Creo que el anuncio de ser presidente le cogió de sopetón", ha comentado, opinando que ésta puede ser la causa de que no haya tenido tiempo para arreglarse la imagen. Mercè ha considerado también que el nuevo presidente de la Generalidad debería cambiarse el look por uno que "se adecue más al cargo" que ostenta.