La Casa de Alba presentó el jueves -sin la presencia de doña Cayetana- su nueva línea de productos gourmet en un acto celebrado en los jardines del palacio de Liria y sin la asistencia de periodistas del corazón.
Allí, Cayetano Martínez de Irujo, duque de Arjona, explicó los detalles del nuevo producto y también anunció una nueva y futura gama de productos gourmet que se incorporarán a la marca de manera sucesiva.
Este proyecto gastronómico que busca poner en valor el patrimonio de la casa y sacar rentabilidad a sus fincas, que hasta ahora solo producían alimentos para el consumo privado de la familia.
El aceite de la Casa de Alba está elaborada con aceitunas de olivos de gran edad en la Hacienda Buenavista de Córdoba, una de las abundantes propiedades familiares, y ha sido embotellada con una etiqueta diseñada por Manuel Estrada, que se ha encargado también de ejercer de imagen corporativa de la Casa de Alba.
No es la primera vez que la Casa de Alba se dedica a estos menesteres. La familia ha desarrollado diversas actividades en los campos de la agricultura y la ganadería a lo largo del tiempo, como grandes terratenientes que son. No obstante -y quizá por la necesidad de cash- ha sido ahora cuando han decidido comercializarlo en una iniciativa con proyección internacional.
"El campo es uno de los primeros cimientos para potenciar la casa y queremos llevarlo al máximo rendimiento y al máximo valor; llevamos ya dos años trabajando, pero ya sabéis que las cosas de palacio van despacio y más aún en España", ha afirmado el duque de Arjona y conde de Salvatierra ante los periodistas.
Entre los futuros productos que se prevé comercializar está una selección de carne de vacuno de su finca de Salamanca, que están comenzando a exportar a restaurantes franceses en colaboración con uno de los carniceros galos destacados, Hugo Desnoyer. También podremos saborear unas destacadas naranjas de una finca sevillana de los Alba y pasta elaborada a base de trigo.
En el caso del aceite, la marca Casa de Alba arranca con una edición limitada de 2.000 botellas de medio litro -a un precio recomendado de 15,5 euros- que se podrán encontrar en tiendas gourmet, elaborado en la almazara Alcubilla 2000.
Uno de sus responsables, Rafael Gálvez, ha destacado durante la presentación el trabajo que ha realizado la almazara previo a la elaboración para conocer bien la finca, el clima, el suelo, y "aprovechar esa materia prima de primera calidad para crear un producto excelente que siga mejorando día a día".
Se trata de un aceite monovarietal de aceituna picual, molturado en frío para conservar todas las propiedades aromáticas de la aceituna, cuya recolección no ha sido mecanizada y con "muchísimas posibilidades en el mercado", ha asegurado Gálvez.
La marca Casa de Alba busca transmitir "sencillez, elegancia y normalidad", en palabras de Cayetano Martínez de Irujo, y recoge en su logo la parte ajedrezada del escudo ducal y una reproducción de la corona de cinco puntas.
Un diseño que busca conservar "su valor heráldico a la vez que transmitir modernidad", ha explicado el diseñador de la identidad corporativa de la marca, Manuel Estrada.
"Debemos preguntarnos si la España que pintó Velázquez tiene algún papel que jugar en el mundo; yo creo que la respuesta es sí, y hay que encontrarla en el optimismo de nuestras propias fortalezas", ha concluido Estrada.
La Casa de Alba tiene propiedades agrícolas en distintos puntos de la geografía española, gestionadas por varias empresas que en 2011 recibieron más de tres millones de euros de la Unión Europea, correspondientes a ayudas de la Política Agraria Común (PAC).