El morbo y la expectación estaban servidos con el anunciado regreso de Isabel Pantoja a los escenarios. Madrid era el lugar elegido y a pesar del reto que supone llenar el Palacio de los Deportes, con un aforo para albergar a 10.000 espectadores,La Pantoja pudo con ello. No hubo una entrada libre aun incluso teniendo en cuenta que las preferentes costaban 200 euros.
El espectáculo comenzó puntualmente a las 21.30 horas. El telón se levantó y en el escenario apareció Isabel, sentada en un diván, mientras de fondo sonaban los acordes de "Sigo estando aquí". Vestida con un traje negro con cola de lunares, obra de Eduardo Ladrón de Guevara, La Pantoja respiró hondo un par de veces y finalmente arrancó con el tema que abría su concierto de más de dos horas y media y en el que estuvo acompañada por más de 80 músicos.
El público estuvo entregado a la artista durante toda la actuación. También asistió toda la familia al completo, ubicada en la primera fila desde donde Kiko pudo grabar todo el concierto. Isabel dedicó la canción "Te lo pido por favor" a su madre, Doña Ana, que estaba visiblemente emocionada por volver a ver a su hija sobre los escenarios. "Es la mayor ilusión de mi madre, verme en un escenario ante mi público", aseguró la cantante.
No quisieron perderse aquel momento Luis Cobos, Chabelita, su representante Sonia y la mujer de Kiko, Irene Rosales. También acudieron los hermanos de la artista, Bernardo y Agustín, aunque este último prefirió quedarse entre bambalinas.
Isabel no habló demasiado, excepto para agradecer su apoyo a los allí presentes: "Por ese compás de espera, a mi familia, que está al completo en esta noche tan importante, a mis amigos y compañeros y a esta orquesta dirigida por Carlos Checa. A mi casa de discos, Universal, porque gracias a ellos, Isabel Panoja, ha podido subir a un escenario. Y a mi equipo, que me pone guapa".
En ese momento, un espontáneo del público gritó: "A la mierda Sálvame", en referencia al conflicto entre la artista y el presentador Jorge Javier Vázquez. Isabel ignoró el comentario y continuó su discurso en el que dedicó unas palabras de cariño a su desaparecido gran amigo Juan Gabriel, autor del disco "Hasta que se apague el sol", a pesar de que no es el mejor trabajo de la carrera de la artista.
Entre los asistentes también se encontraban la cantante Soraya, que ya está a punto de dar a luz a su niña; Carmen Lomana que acudió tapada con un pañuelo y gafas de sol porque se acaba de operar de la vista; Paloma Segrelles junto a su hija; Juan Peña; Luján Argüelles; Mónica Martin- Luque y Pedro Ruíz, entre otros.
Una vez que terminó de interpretar su último trabajo, Pantoja repasó sus éxitos inmortales para entusiasmo de los presentes. Vestida con una bata de cola que nadie como ella sabe mover, con el pelo recogido y decorado con peiná y claveles, La Pantoja hizo que el Palacio de los Deportes se viniese abajo. Visiblemente cómoda, la artista demostró que su voz sigue intacta e incluso mucho mejor que en la presentación de su disco en Aranjuez. Un regreso, con sevillanas incluidas, tan esperado como exitoso. Sin lugar a dudas, La Pantoja vuelve arrasando.