Paz Padilla podría ver reducidas sus horas de trabajo como presentadora de Sálvame, programa al que llegó hace años para sustituir a Jorge Javier Vázquez, ocupado con otros compromisos profesionales. Parece que la relación con el resto de compañeros se ha vuelto insoportable, hasta el punto de no hablarse con la mayoría de ellos detrás de las cámaras. Las peleas delante de ellas tampoco son ninguna novedad, y la mala situación ha precipitado, según desvela Jesús Mariñas en su blog de La Razón, que la cadena quiera adelantar el regreso de Jorge Javier, previsto para principios de febrero.
El colaborador de ¡Qué tiempo tan feliz! asegura que "miembros de su equipo me cuentan la rabieta, con cómicos gritos de '¡Buscan hundirme!'". "No entiendo lo que está pasando ni esta persecución, y menos ahora que lo dejo. No conozco al director ni a nadie que trabaje allí. A lo mejor hice algo mal sin enterarme. Sólo así me lo explico", le dice la gaditana a Mariñas.
"No sé qué pasa. De entrada, no es que me lleve mal o no me entienda con el equipo. Sólo son mis compañeros de trabajo. Ni salimos juntos ni vamos a cenar. Siempre he mantenido ese distanciamiento, el mismo con el que hace 20 años decidí no conceder entrevistas. Por eso me dolieron las fotos que me robaron", cuenta Paz, en referencia a la publicación de las fotos de su boda. A pesar de todo, reconoce estar "a gusto" en Sálvame. "Se dónde estoy y conozco a los colaboradores en lo bueno y en lo malo. Son muy distintos y eso es otro acierto del programa. Lidio como puedo". Según Mariñas, Padilla tiene los días contados, ¿es el fin?