Kiko Matamoros ha decidido renovarse, no solo en televisión, sino también a golpe de bisturí. El polémico colaborador reapareció el pasado viernes en Sálvame Deluxe tras someterse a una operación de cirugía estética que le ha tenido apartado del plató de Telecinco durante 12 días. El tertuliano, de 58 años, se ha quitado unos años de encima con un lifting para reducir la flacidez de cara y barbilla, además de disminuir las ojeras y las bolsas de los ojos.
Hace aproximadamente una semana, publicó en su cuenta de Instagram una foto de su estado tras la operación, con el rostro parcialmente vendado. Matamoros regresaba todavía con cicatrices y molestias, reconociendo que era demasiado pronto para pasar tantas horas en el programa, porque la operación estaba todavía muy reciente y su 'nueva cara' se veía muy congestionada. Durante el programa, no se dio mucha importancia a la nueva cara de Kiko, pero la revista Qué me dices lleva a su portada fotos exclusivas del innegable cambio.
Ya en 2011, Sálvame mostró en directo una operación del colaborador en la que se hizo unos 'arreglitos' en la cara. Él mismo reconoció que tenía que someterse a una intervención quirúrgica por su enfermedad de glaucoma, que le quitó el 50% de la visión, en la que además de operarse los párpados, aprovechó para retocarse las orejas.
Su entrevista de regreso a Sálvame se centró principalmente en el trato que su mujer y sustituta como colaboradora ha recibido en los últimos días. Kiko comentó que lo "está pasando mal y ha llorado mucho" aunque reconoció que gran parte de la responsabilidad de la tensión que se vive con Makoke es suya.