En la noche del jueves arrancó la decimoquinta edición de Gran Hermano, en la que, por encima de todo, destacan dos hechos: 1) Mercedes Milá será concursante durante unas horas; 2) la entrada de Rubia, una cabra, en la casa.
La presentadora entró acompañada por una gallina, fue recibida entre aplausos por los concursantes y, tras recorrer la casa y descubrir todos sus rincones, fue a hablar con 'el Súper': "Me he traído un salto de cama de Andrés Sardá. Me parece que me van a hacer dormir con los concursantes, pero por mí mejor porque así paso más rato con ellos. Me miran con total incredulidad", comentó.
'El Súper' fue el encargado de 'hablar' con la cabra. Le explicó cómo funciona el confesionario, lo que tenía que hacer dentro de la casa. El animal, evidentemente, no habló. "Rubia', eres de pocas palabras, ¿no?", le ha dicho 'El Súper'. Entre el resto de los concursantes encontramos a una pareja de gitanos que son hermanos y no lo saben, a una joven musulmana, a un torero y a una antitaurina.
Además, el cómico Florentino Fernández tendrá un papel en el concurso, ejerciendo de 'Súper-Maligno".