El Festival de Eurovisión empieza a emplearse como plataforma para reivindicar distintas situaciones, pese a que en las normas del evento "las letras, discursos o gestos de índole política o similar en el festival de la canción" no están permitidos. Una situación que ha derivado en una agria polémica en Turquía.
Krista Siegfrids, la cantante que representa a Finlandia, ha sido una de las candidatas que ha pasado a la gala final, que será el sábado. Su espectáculo no ha dejado indiferente a nadie. Al final de la canción ella se dio un beso con una de sus bailarinas, para reivindicar la aprobación del matrimonio homosexual en su país. Esta información no es nueva, ya que se sabía que su actuación iba a ser así. La cantante pidió permiso desde el principio, y la organización le dio el visto bueno.
El problema empieza cuando Turquía decidió el pasado mes de diciembre no participar este año en El Festival de Eurovisión, porque no estaba de acuerdo con la nueva forma de votación. Pero aunque no fuera a participar, sí que confirmaron que emitirían la final del programa, aunque no tuviera representante. Pero tras conocer el beso que se dan las dos chicas en la actuación de Finlandia, Turquía ha cambiado de opinión.
La cadena nacional TNT de aquel país a ha enviado un comunicado explicando que no va a emitir el programa mañana "por su posible baja audiencia". Sin embargo, los principales medios del país aseguran que lo hacen para no emitir el beso lésbico de la cantante. Una decisión que ha causado la ira de los colectivos gays turcos, y que en todo caso sirve en bandeja la polémica.