Aunque todavía no han llegado a la isla, Alba Carrillo y Lucía Pariente, su madre, ya han protagonizado la primera gran bronca de la nueva edición de Supervivientes. Parece que la modelo no está llevando demasiado bien compartir concurso con su progenitora y el carácter de ambas ha hecho que se enzarzaran en una agria discusión.
El desencuentro tuvo lugar pocas horas antes del comienzo de la nueva edición del reality de supervivencia, en una de las salas del hotel donde están conviviendo los concursantes. Allí, la modelo confesó el lastre que está suponiendo el haber aceptado ir a Honduras con su madre: "Llevamos aquí tres días, y para mí ya está siendo una losa. Me parece injusto que yo tenga menos oportunidades que mis compañeros porque mi madre me está taladrando psicológicamente. No puedo vivir la experiencia con la libertad que la están viviendo los demás. A bastantes cosas me voy a tener que enfrentar, como para tener que estar sufriendo por otras. Yo tengo mucha más fuerza si estoy sola. Cuando yo digo que es un lastre, es un lastre. Y lo siento en el alma, porque es mi madre y la adoro".
Lucía, que estaba escuchando las palabras de su hija, intervino: "Está exagerándolo todo ella". A lo que Alba contestó: "No sigas, que has cometido tú el error". "No voy a pedir perdón por una cosa que es como yo la estoy diciendo. Tú lo estás magnificando", replicó su madre. "Si has venido aquí a tocarme las narices prefiero que no me hables. ¿Vale? Déjame estoy hablando con mis compañeras. ¿Por qué te metes en una conversación que no es tuya? Este va a ser mi concurso: mi madre metiéndose en todo lo que yo haga".
Pero lo más sorprendente ocurrió cuando Jorge Javier Vázquez contóen Sálvame el detonante de la discusión. Al parecer, Lucía Pariente habría revelado a su hija frente a las cámaras que "nunca había estado enamorada de su padre".
Aún no ha empezado el concurso, pero madre e hija ya prometen ser las protagonistas absolutas del show.