El vicesecretario de Organización del Partido Popular, Fernando Martínez-Maillo, tiene algunos inesperados vínculos con la prensa del corazón. Y es que, tal y como se sabe en esos círculos, el popular conocía bien a la popularísima Aída Nízar, una de las exconcursantes de Gran Hermano más polémicas y recordadas.
La vallisoletana, tan amada como odiada, logró reciclarse como reportera y colaboradora en varios programas de Mediaset, proporcionando constantes polémicas fruto de su peculiar carácter.
Igualmente sonada fue la relación personal que mantuvo durante varios meses con el por aquel entonces presidente de la Diputación de Zamora. Era el año 2003 y la propia Aída, confirmando una portada del semanario ¡Qué me dices!, confirmó a los cuatro vientos esta amistad, proclamando que Maíllo estaba –de hecho– enamorado de ella.
En realidad, fue una fotografía en la que aparecía la vallisoletana en la toma de posesión de Maíllo, durante su etapa en la política zamorana, lo que dio inicio al culebrón. Él lo negó todo y la polémica estuvo servida, con Nízar llamando "desgraciado" al popular en una entrevista con la revista ¡QMD!
Desde el entorno de Maíllo negaron siempre con rotundidad la relación, pero las revistas y programas del cuore mantuvieron la versión. Una portada de ¡QMD! de octubre de ese año 2003 lo demuestra. Maíllo rectificó entonces a la misma publicación: "Ante la posibilidad de que se malinterpreten mis palabras, quiero aclarar que conozco a la señora Aída Nizar hace tiempo y por ese motivo fue invitada verbalmente por mí a mi toma de posesión", dijo el político. La protagonista de los rumores lo ratificó con insistencia en Crónicas Marcianas, por aquel entonces en antena, de modo que la información corrió como la pólvora.
El asunto fue lo suficientemente notorio como para que, coincidiendo con una retirada temporal de Nízar a Gran Hermano 5 de la edición de México –concebida a modo de intercambio de concursantes justo en esos días– muchos aseguraran que la cadena trataba de alejar a la polémica Aída de todo el asunto, al menos de manera temporal.
Ahora, con la nueva responsabilidad de Maíllo al frente de la ponencia política y de estatutos del nuevo Gobierno parece que esas informaciones sobre lo que había o dejaba de haber entre el político y la polémica Nízar han quedado muy lejanas.
Poco después la colaboradora y concursante de Gran Hermano cayó en desgracia en el propio grupo Mediaset, saliendo entre escándalos de varios programas. Pero en el año 2003, la amistad Nízar/Maíllo –reconocida por ambos– fue vox populi en los medios del corazón.