Goza Luz Casal de la admiración de varios millones de personas que conocen su amplio repertorio musical. Y del cariño de quienes han tenido la oportunidad de conocerla en la cercanía. Cumple este viernes, 11 de noviembre, cincuenta y ocho otoños. Aunque eso de que se sepa su edad no es algo que le agrade. Ya le dijo un día a su biógrafa, Magda Bonet, que "yo no digo mis años". Ocurre que los personajes públicos no pueden hurtarse a que se conozca ese y otros detalles. Vean, si no, que la prensa norteamericana, por ejemplo, cada vez que cita a alguien conocido le añade, entre paréntesis, los guarismos de su edad. Tampoco es para sulfurarse. Incluso respetando siempre la vida íntima de los demás, es comprensible que exista una lógica curiosidad entre los admiradores de una actriz, una cantante favorita que es el caso, en saber aspectos privados. Los que si se difunden no han de rozar aspectos ofensivos, que conculquen sus derechos. Pasa en todas partes y no hay que confundirlos con chismes sin venir a cuento o especulaciones gratuitas.
Mas lo cierto es que en el caso de Luz Casal no la verán nunca mostrando donde vive y menos con quién. Rehúsa cualquier reportaje que no tenga nada que ver con su faceta profesional. Sabemos que, antidiva por naturaleza, esconde los muchos discos de oro que le han sido concedidos y otros premios, y no los exhibe en su hogar. Y habrá muchísimos de sus seguidores que ignoren si está o no casada. Ella ha dicho que sí en muy contadas ocasiones, sin añadir más datos, ignorándose si se casó por la Iglesia o civilmente. O si simplemente convive en pareja con quien la enamoró, hace de esto treinta y tantos años. Si se refiere a él, de tarde en tarde, lo nombra como "mi hombre". Ni sabemos cómo y dónde lo conoció aunque, desvelada su identidad, es más que probable sin darle vueltas a la cabeza que fuera en un estudio de radio o en alguna fiesta con gentes de la farándula musical.
Su compañero se llama Francisco (Paco) Pérez Bryan, un comentarista musical de bien ganado prestigio, que en el pasado 7 de septiembre celebró sus sesenta años. Nacido en Málaga comenzó su carrera radiofónica en Radio Juventud. Ya viviendo en Madrid consiguió ser una de las voces más populares de Radio Nacional de España, adonde llegó tras ganarse una buena clientela con su programa El búho en otra emisora. "De 4 a 3" fue el espacio que le proporcionó una gran notoriedad como especialista en música de la última hornada del pop-rock, entrevistando a grandes estrellas internacionales. Se asomó a la pequeña pantalla en Música golfa, que duró tres temporadas en Televisión Española. Y José Luis Garci lo incluyó junto a varias glorias del micrófono en una de las escenas de su película Solos en la madrugada.
Paco Pérez Bryan fue creador de los Conciertos de Radio 3. Y hay que recordarlo como un pionero de esa radio musical vanguardista cuando, al revés de lo que ocurría por ejemplo en Inglaterra o Francia, aquí nos encontrábamos en mantillas, un tanto alejados de los movimientos juveniles del pop que se sucedían en Europa. Tuvo parte muy activa en los inicios de la movida madrileña, que alentó desde los micrófonos. Se enamoró de Luz Casal y con ella ha vivido estas últimas décadas participando en proyectos tan solidarios como el Festival de la Luz, que ella creó hace cinco años en su aldea natal de Boimorto (La Coruña), que cada septiembre en dos galas proporcionan unos beneficios superiores a unos sesenta y cinco mil euros; van a parar a una causa benéfica, como la Osfam Intermon de ayuda a los refugiados. Colegas de Luz Casal como Hombres G., Rosendo, Amancio Prada, el grupo Revólver y otros acuden desinteresadamente para que el evento atraiga a un buen número de espectadores. Y Paco Pérez Bryan es pieza clave en el certamen. Se complementa con su mujer en ese terreno de la solidaridad. Y entre otras anécdotas, siendo desde niño un piadoso seguidor de las procesiones malagueñas, igual por ejemplo que Antonio Banderas, le ha transmitido a Luz su pasión por la Semana Santa, al punto de que ella acabó siendo cofrade de la hermandad de la Virgen de la Misericordia. Sospecho que Paco no quiere ser protagonista de historias que lo vinculen extra profesionalmente con Luz Casal. No los verán fotografiados juntos salvo en contadas ocasiones, siempre relacionadas con los conciertos de ella o presentaciones de sus discos. Y ahí acaba lo que pueda contarse de la vida personal de ambos. Tal vez desencantado de la radio, quizás porque no lo trataron como debiera, se fue alejando de los micrófonos para dedicarse a estudios de Historia.
En cuanto a Luz Casal hace tiempo que poco o nada se sabe de ella, quien sólo aparece en los medios de comunicación cuando tiene un disco o gira a punto. Ahora estira, por así decirlo, la difusión de su última grabación, "Almas gemelas", aparecido en 2013, donde entre otras piezas de su inspiración, con unas letras tan cuidadas, hermosas y de humano contenido, figura "Ella y yo", expresando sutilmente sus experiencias tan dolorosas al serle detectado un cáncer de mama, con la posterior fase cuando se le reprodujo nuevamente. Por fortuna, ella no ha vuelto a resentirse de la enfermedad y de manera natural, sin dar tres cuartos al pregonero, viene colaborando con asociaciones que ayudan a los enfermos a ir superando cuanto viven con su dolor a cuestas, informándoles de los pasos a seguir, si es que los ignoran. "Me piden consejos, por ejemplo, de si debo someterme o no a una masectomía". Y es que en Luz Casal se condensan preocupaciones, sentimientos hacia los demás. Su sensibilidad quedó hace mucho tiempo expuesta en su repertorio, con temas difíciles de olvidar: "No me importa nada", "Rufino", "Ciudad sin ley", "Loca", "No aguanto más"… Que son las más personales, sin olvidarnos de sus excelentes versiones de clásicos como "Negra sombra" (que Amenábar incluyó en la banda sonora de "Mar adentro") y mucho antes "Piensa en mí", (rescatado bolero, de Agustín Lara, por Pedro Almodóvar para su película "Tacones lejanos").
Luz Casal, prácticamente desde su uso de razón lleva intensamente dedicada a la música. Siendo muy niña no paraba de cantar en fiestas o en concursos de noveles. Sólo vivió seis meses en Boimorto, porque a su padre le salió un trabajo en el puerto de Avilés y hasta allí se fueron. Tan gallega se siente como asturiana. Sus padres se separaron y su madre volvió a rehacer su vida matrimonial, por lo que Luz Casal suele decir que ha tenido dos padres y una madre. La muerte de su padre biológico en 1995 la arrastró a una prolongada temporada de dolor e inactividad profesional. Únase a ello su operación de cáncer de mama en 2007, y la reaparición de la enfermedad cuatro años después para comprender lo que ha luchado esta mujer y con qué dignidad y valentía afrontó ese vía crucis.
No posee estudios universitarios y desconocemos los que cursó. Pero a través de su obra no es difícil reconocer en ella una preocupación cultural latente en sus composiciones. Por su biografía "Mi memoria es agua" atisbamos que es ávida en lecturas muy variadas que atienden a contenidos filosóficos, ensayos o sobre todo poesía. Lo que sí hizo fue cultivar la música acudiendo a clases de solfeo, piano, clases de voz y danza. Porque baila muy bien. Conoce los entresijos de los estudios de grabación, sabe de instrumentos, arreglos musicales, técnica en definitiva. Y luego, por supuesto, están esos sentimientos (los que no se aprenden, se llevan dentro de sí) que vierte con una voz potente, a ratos dolorida o desgarrada. Voz que, hablando coloquialmente, da la impresión de ser algo rara, lo que ella misma ha reconocido algunas veces, pues se insiste en que "olvida" pronunciar las eses. En tales ocasiones se expresa cual personaje de Arniches en una castiza verbena zarzuelera. Como si masticara las frases lentamente. Ha tenido contactos personales, incluso con duetos en escenarios fuera de España, con grandes figuras del pop rock. Y nunca se ha jactado de estar cerca de los Nirvana, de Pearl Jam, su buen amigo Jackson Browne, Phil Manzanera, Ry Cooder…
Fue hace un año cuando relevantes voces del cante flamenco se unieron en un disco para recrear canciones de Luz Casal, entre ellas Carmen Linares, Montse Cortés, María Toledo, Martirio, Esperanza Fernández, Rocío Márquez… Señal inequívoca de que, entre profesionales, ella es adorada por su maestría. Vaya desde aquí nuestra felicitación por su aniversario y el deseo de que nos lleguen pronto más canciones suyas, que nos hagan pensar y sentir.