Forman Viggo Mortensen y Ariadna Gil una sólida pareja enamorada desde 2009 cuando encabezaron el reparto de Alatriste, la versión cinematográfica del personaje novelesco creado por el cartagenero y académico de la Lengua Arturo Pérez- Reverte, donde el actor norteamericano incorporó el personaje de "el Capitán", un héroe que al escritor lo ha convertido en millonario autor de "best-sellers". Tuviera o no que ver su relación sentimental el caso es que volvieron a repetir película juntos: Appaloosa.
A los dos, que en principio habitaron un piso situado algo retirado del centro de Madrid, les gusta más estar cercas de los teatros y los grandes almacenes, de ahí que primero alquilaran una vivienda en la zona de las Salesas y actualmente otra no muy lejos, en la calle del Barquillo. Salen de compras aunque la mayor parte del tiempo, si no están trabajando, la pasan en casa. Son algo hoscos con la vecindad, según cuentan los que se han cruzado con ellos, desvían la mirada y no se someten a esa desde luego tortura de los "selfies", que han sustituido a las peticiones de autógrafos de tiempos pasados. El caso es que por su atuendo deportivo, nada llamativo, ambos podrían pasar perfectamente inadvertidos, a pesar de ser dos estrellas del cine.
Viggo Mortensen suele repetir camiseta con algún detalle impreso de su equipo de fútbol favorito, el San Lorenzo de Almagro argentino. Es un auténtico "hincha" de este club desde que viviera sus años infantiles en Buenos Aires. Nacido en Manhattan, Nueva York, acaba de cumplir este último 20 de octubre cincuenta y ocho años. Habla en consecuencia un perfecto español, pues además residió otras temporadas en Venezuela. Su pasión futbolística lo ha llevado a utilizar una de esas camisetas hasta en un rodaje. Fue en la primera de las tres películas que hizo de la serie El señor de los anillos, que lo catapultó a la popularidad. Se trataba de la que le regaló uno de sus ídolos del mencionado equipo. Será una especie de superstición, o la creencia de que eso iba a darle suerte. Encima, claro, llevaba la ropa de su personaje, Aragorn, creado literariamente por Tolkien. Pidió el actor permiso al director para diseñar él mismo esa vestimenta. Con el visto bueno, consiguió un ropaje inspirado por su talento como dibujante. Amén de que ha compuesto canciones que han servido para alguna de las bandas sonoras de sus películas. Su polifacetismo se extiende asimismo hacia la poesía y la fotografía. Además de El señor de los anillos, el filme del que se encuentra muy satisfecho es Promesas del Este, que le proporcionó una nominación a los Oscar.
Cuando Viggo Mortensen entabló amistad con Ariadna Gil llevaba largo tiempo sin pareja estable, una vez que obtuvo en 1998 el divorcio de Exene Cervenka, con quien estuvo casado desde 1987. Fueron padres de un chico, Henry Blake, que cuenta ahora veintisiete años. Viggo Mortensen lleva ahora sus cabellos algo cortos, cenicientos, no tan abundantes como esas mencionadas películas de acción que hizo. De elevada estatura. Es más bien tranquilo. Le lleva once años a Ariadna Gil. Tienen los dos una obsesión: preservar la intimidad a toda costa y no les gusta un pelo que los sigan los "paparazzi" que hacen guardia en los alrededores de su residencia, ese piso antiguo donde pasan horas y horas, imaginando que leyendo libros o guiones, amén de mantener su intimidad muy lejos de curiosas miradas. No conceden entrevistas, salvo cuando por contrato se ven obligados a ello, como es natural, con ocasión de alguno de sus estrenos. Ella rodó tres películas en 2014 y desde entonces no ha vuelto a colocarse ante las cámaras. Hizo una temporada teatral con la reposición de Los hijos de Kennedy. Atrás queda una brillante filmografía que la actriz barcelonesa desarrolló sobre todo en la segunda mitad de la década de los 80 y en la siguiente. De sus cuarenta y seis filmes citemos los más sobresalientes: Amo tu cama rica, Belle époque (que le reportó un Goya), Malena es nombre de tango, Lágrimas negras, Soldados de Salamina, El laberinto del fauno. Es madre de dos hijos: Violeta, nacida en 1997, y Leo, que vino al mundo en 2003. Estuvo casada dieciocho años con el guionista, director y novelista David Trueba. Aunque divorciados, en 2013 él volvió a dirigirla, en Vivir es fácil con los ojos cerrados. Ariadna Gil vivió la mitad de su vida en Barcelona y ahora, como queda dicho, se asentó en Madrid. Suele llevar el pelo corto y me recuerda en su expresión, con un rostro de aire oriental, a aquella deliciosa actriz francesa llamada Leslie Caron. Tiene una sonrisa fresca, hace mohines, y resulta muy fotogénica y simpática, aunque sea en su vida particular muy reservada y poco amiga de confraternizar con los periodistas, lo que nos impide acercarnos a su verdadera personalidad.
Cuanto apuntamos son simple observaciones obtenidas en sus comparecencias en ruedas de prensa, no muchas, la verdad. Es también guionista y ha dirigido un par de largometrajes. Poco más podemos añadir sobre ella. Enigmática fuera de su círculo cerrado de amistades; interesante actriz, con un aire distinto, personal al del resto de sus compañeras de generación.