Paz Padilla ha logrado todo lo contrario de lo que, a priori, pretendía: ser el centro de atención.
La gaditana se casó en secreto el pasado fin de semana e hizo todo lo posible, menos escoger un lugar privado, para que nadie se enterase del enlace. Para evitar la publicidad no invitó a casi ningún compañero –a excepción de Kiko Hernández y Belén Esteban, aunque ambos se negaron a ir–. Pero no consiguió su objetivo y la presencia de los paparazzis en la boda provocó un gran enfado en la presentadora que, a la postre, estropeó su gran día.
El programa Sálvame empezó con Padilla muy emocionada desvelando a toda la audiencia que sí que se había casado el pasado fin de semana, que explicaría por qué no había invitado a sus compañeros y el porqué de tanto secretismo en torno a su boda. Justo antes de acabar el discurso, la presentadora no pudo contener sus lágrimas y se echó a llorar.
Llegado el momento, Paz se justificó con los demás colaboradores diciendo que "muchos compañeros no lo sabían" y que "incluso Loles León le había preguntado esta mañana por la boda". No obstante, las justificaciones no convencieron a nadie y le dejaron claro que estaban ofendidos por lo ocurrido. "A mí me hubiera gustado que tú me hubieras dicho que te casabas, porque me habría alegrado", le dijo Terelu Campos.
Paz Padilla desveló que todo lo que hizo era para evitar que fueran los reporteros a la boda: "Yo quería abrirme, no quería estar con gente extraña". Raquel Bollo interpretó que el problema era que "desconfiaba" de ellos, a lo que Padilla le contestó que no, que "si no lo decía no era porque no se fiase, sino porque si pasaba algo no quería señalar a nadie". Y trató de zanjar el tema explicándoles que su decisión de no contar nada era "también para protegerlos". Sin embargo, Lydia Lozano le espetó que debería haber pensado en "cómo les deja a sus compañeros" su actitud.