Por fin Alberto Albalá "rompe su silencio" en Lecturas. Esta era una de las entrevistas más esperadas ya que, después de dos años de relación con Chabelita Pantoja, el joven podía contar muchas cosas. Sin embargo, el resultado es una sosa conversación en la que solo habla de lo mucho que quiere a la joven; niega rotundamente que la haya maltratado y no entra en todos esos temas que dan más juego, como lo que ha vivido en Cantora, las grabaciones que hizo su padre a la hija de la tonadillera...
El joven aparece con su mejor pose, mirada penetrante y con un tupé perfecto para desmentir la polémica que gira en torno a él sobre los malos tratos y asegura que va a tomar medidas legales por haber dicho que "es un maltratador". Las preguntas del periodista son tensas, sobre todo cuando le dice si algunas vez "le ha puesto la mano encima a Isa", a lo que contesta tajante que "jamás en la vida".
Confiesa que se han dado un tiempo, pero que él cree en las segundas oportunidades y que ya se verá lo que pasa entre ellos. También desmiente que su ruptura se deba a motivos económicos: "Isa no me ha pedido dinero y no he recibido 50.000 euros por ganar una demanda por Derecho al Honor". Durante toda la entrevista Albalá solo tiene palabras bonitas hacía la hija de Isabel Pantoja y dice sin tapujos que "se quieren mogollón" y que lo más le gusta de ella es "como huele y su voz" y que "solo tenía ganas de escucharla".
Intenta no entrar en polémicas, por eso no habla de los conflictos familiares de su ex, ni de Isabel Pantoja, ni Cantora, ni tan siquiera de las grabaciones que hizo su padre a Chabelita. Evita todo aquello que pueda doler a la joven, a excepción de su opinión sobre el gran amigo de ésta, Cristopher, que aunque al principio dijo que "de esa persona no hablaba", acabó desvelando que "él le hablaba como si le estuviera perdonando la vida", "que a él le es indiferente" y que se va a ponerse a estudiar, "no como otros que son millonarios y no hacen nada". Su despedida es de lo mejor de la entrevista, porque deja claro que tiene mucho que contar con esta lapidaria frase: "Los Pantoja no deben tener miedo de mí. Nunca voy a contar ciertas cosas".