Marina Castaño saltó a la fama y a las páginas del corazón al iniciar una relación sentimental con Camilo José Cela, por entonces probablemente el escritor más famoso y mediático de nuestro país. Ahora es el escritor más famoso en español y reciente premio Nobel, Mario Vargas Llosa, el que salta de las páginas de cultura a las del chismorreo por su relación con la megaestrella de corazón, Isabel Preysler, y Marina Castaño le da consejos desde su experiencia.
Lo hace en un artículo que publica este sábado el suplemento Gente del Sábado de La Razón, en el que critica con cariño la reacción de Vargas Llosa y sus críticas a la prensa: "Yerra don Mario al pensar que no se iba a convertir en carne de cañón al enamorarse de la mujer más mediática del país, porque ella vive de los medios y viceversa", un error que atribuye a que "todas las grandes cabezas son ingenuas".
Castaño recuerda a Vargas Llosa que por lo que le está ocurriendo a él "ya han pasado otros con más o menos dignidad" y también le recuerda que "en España se le ha acogido como español" y que "la prensa lo tiene entre algodones". "Pero, ¿qué esperaba?" le pregunta sobre el hecho de que ahora se comente "su romance".
"Sé bien que es incómodo tener a los reporteros a la puerta de la casa, pero es un peaje que hay que pagar" explica la viuda de Cela, que trata de quitarle hierro a la cosa: "Disparan cámaras, no pistolas, y que además sales bien en las fotos", le dice a un Vargas Llosa al que también advierte que España es un país en el que hay muchas envidias y a él le ha "tocado bailar con la más guapa, y eso, tenlo en cuenta, no te lo van a perdonar fácilmente".
Por último le aconseja al escritor que disfrute de la felicidad y de un hogar en el que le proporcionará "los cuidados suficientes" para que esté "siempre como un reloj", entre ellos uno bastante llamativo: "Haréis desintoxicaciones a dúo, que es la mejor manera de que esos asuntos sean menos penosos".