El divorcio de Cayetano Martínez de Irujo y Genoveva Casanova fue ejemplar. Durante años se han llevado de una forma envidiable, pero todo esto ha dado un giro de 90 grados, a raíz de que el conde de Salvatierra quiera revisar el contrato de divorcio que firmó en el 2007, porque no puede hacerle frente al actual acuerdo.
En éste firmaron que la custodia de los hijos en común, Luis y Amina, era para Genoveva, por lo que Cayetano debía pagar la pensión alimenticia y el alquiler de la vivienda familiar, en Paseo de Pintor de Rosales de Madrid. Según publica Semana, el alquiler ronda los 3.200 euros al mes y 5.100 euros por la pensión de sus dos hijos, es decir, que sus gastos fijos eran 8.300 euros. A eso hay que sumarle el coste íntegro del internado británico, que son alrededor de 40.000 euros la matrícula por niño.
Y es que, el hijo menor de la duquesa de Alba ya no puede hacer frente a todos esos gastos. Como cuenta la publicación, él se encargaba de la administración de las fincas familiares y de todos los temas agrícolas de la Casa de Alba, pero tras la muerte de su madre todo ha cambiado, ahora está alejado de los negocios familiares. A eso se le suma que dejó el palacio de Liria, pero en sus planes podría estar mudarse al ático que tiene en la urbanización La Finca, pero sus gastos fijos también soy muy elevados.
Todo esto le ha llevado a replantearse el acuerdo. Ahora quiere la custodia compartida de sus hijos, que al parecer ellos mismos han pedido pasar más tiempo con su padre, algo a lo que se niega rotundamente Genoveva Casanova. Por eso, podrían acabar en los tribunales y llegar a un nuevo acuerdo. Además, el conde considera que la mexicana es independiente económicamente, por lo que podría hacerse cargo de ciertos gastos. Ella argumenta que sus hijos regresan definitivamente el próximo mes de junio. Por ahora, ninguno de los dos quiere ceder.