Tal y como informa El Mundo, Isabel Pantoja está intentando ganarse la confianza de las demás reclusas de Alcalá de Guadaíra.
Según el diario, que asegura tener acceso a fuentes de toda solvencia, Pantoja saludó una a una a todas las presas de su módulo con dos besos, e incluso les anunció que tenía la intención de montar un coro en la prisión.
Se trataría de una maniobra para ser aceptada, así como para ganarse la confianza de sus compañeras durante los siguientes meses. En los últimos días, la delegada del Gobierno ha tenido que negar un presunto trato de favor a la tonadillera en la cárcel, la última de las polémicas que han afectado a la cantante incluso ya encarcelada.
Pese a que Pantoja se muestra aún desanimada y triste, un síntoma habitual en los primeros días, estos primeros intentos de insertarse podrían apuntar a una recuperación.