Tras la reacción generada por el cambiado aspecto que lució en un reciente acto en Hollywood, la actriz Renee Zellweger se ha referido a su evidente cambio de look. Según ha dicho, está "distinta" porque está más feliz y saludable que nunca. Y está "encantada" de que se le note.
"Estoy feliz por que la gente piense que parezco diferente. Estoy viviendo una vida más llena, feliz y distinta y quizás se muestre fuera", ha dicho a la revista People, con unas palabras que buscan acabar con los que buscan una verdad "malvada". Sus amigos, según Zellweger, la ven "en paz" y ella se siente "sana".
Tras decir que durante mucho tiempo no cuidó de sí misma, afirma que ahora ha tomado las riendas de su vida y está tomándosela de forma distinta. También aludió a su pareja, Doyle Bramhall, como artífice del cambio. Con él, ha dicho, está aprendiendo "nuevas cosas" y está creciendo "como una persona creativa".
Zellweger no ha citado la cirugía en ningún momento pero está claro que el bisturí también está detrás de ese cambio que tanto se le nota. Según un especialista que ha intervenido en Es la Tarde de Dieter, de esRadio, la clave en el cambio es una blefaroplastia, un retoque en los párpados superiores que busca rejuvenecer la mirada pero que en el caso de la actriz ha cambiado radicalmente su expresión.
La operación consiste en eliminar tejido del párpado superior pero el de la actriz era muy característico, "muy lleno, de estilo nórdico". La eliminación "excesiva" de piel ha provocado que los ojos se le vean "totalmente diferentes" y que la ceja haya "bajado", lo que ha "endurecido su mirada".