El hijo de Carmina Ordoñez, Julián Contreras, ha tocado fondo. Acudió a Sálvame Deluxe, arruinado emocional y psicológicamente, para desvelar los momentos tan difíciles que estaba viviendo. Su restaurante no marcha bien, sus problemas económicos le han llevado a estar en una situación insostenible en la que él mismo ha confesado que ha tenido que hacer frente a un desahucio.
Julián abrió su corazón y explicó que sus hermanos no conocen esta dramática situación. "He llevado una doble vida para que la gente que me quiere no sufra", confesó en el plató de Telecinco.
Su descenso a los infiernos le ha llevado a pensar en quitarse la vida: "He intentado quitarme la vida porque no aguantaba más", confesaba el pequeño de los hijos de Carmina entre lágrimas. "El 10 de agosto es el cumpleaños de mi padre y fue muy duro, muy duro, el 11 creo que falleció Robin Williams y 'pensaba este señor que invirtió su vida en hacer reír a los demás y lo que sufría por dentro' y yo ese día me rendí y lo reconozco, yo ese día no quise seguir, se lo dije a mi doctora al día siguiente. Mi madre se murió sin que yo le pudiera coger de la mano por última vez y esto me persigue y me perseguiría toda mi vida y yo esa noche no pude más pero aquí estoy".
Sin esperanza por vivir, Julián contó en Sálvame que toma las mismas pastillas que tomaba su madre, algo que le hacia pensar que su final iba a ser el mismo: "Cuando me recetan las mismas pastillas que a mi madre, me derrumbo".