Doña Sofía ha llegado a Ginebra a mediodía del lunes para visitar a su hija Cristina de Borbón. Se trata del primer viaje de la madre del nuevo Rey tras la proclamación, en un momento en el que el juez Castro estaría a punto de anunciar si retira o no la imputación de la infanta.
La Reina, de quien se ha señalado que vivirá más tiempo en Grecia tras la abdicación de Juan Carlos, ha llegado y ha entrado sola en casa de los duques de Palma, sin que se viera ni a Cristina ni a los niños, que se muestran de lo más cariñosos cada vez que ven a su abuela.
Desde que saliera a la luz el caso Noos, Sofía ha intentado estar con su hija todo el tiempo posible, aún a costa de recibir críticas. Ella es la principal responsable del apoyo a la infanta dentro del núcleo de la Familia Real, contra los deseos de los actuales Reyes, Felipe y Letizia. El primer viaje que realizó fue a Washington mientras se estaba investigando a su yerno Iñaki Urdangarín, para celebrar el cumpleaños de su nieto Pablo Nicolás. Las visitas, en general, tuvieron que ser más espaciadas y más discretas, ya que se encontraba entre la Institución y su labor como madre y abuela.
Fue ella misma la que quiso que sus queridos nietos estuvieran y disfrutaran de sus vacaciones como había sido costumbre desde que eran bien pequeños.
Su mayor intención ha sido que tanto primos como tíos siguieran teniendo relación entre sí. Todos han intentado que los niños sean los menos perjudicados en esta delicada situación y que pudieran seguir disfrutando de las reuniones familiares y crecer lejos de este trance. Ahora más liberada, la Reina ha puesto rumbo a la ciudad suiza para estar con todos ellos.