Carlota de Mónaco ha vuelto a sorprender en un acto público por su belleza, naturalidad y estilo. La princesa estaba radiante en su primera aparición pública después de dar a luz a su primogénito Raphael. Un año más, el Principado organizó un Baile de la Rosa lleno de glamour y lujo, evento que marca el inicio del calendario festivo primaveral en Mónaco. Esta fue la 60ª edición de la gala y, por ello, la temática fue en honor al pintor ruso Kazimir Malevich. Todo giró en torno al constructivismo.
La princesa Carlota, que acudió al acto social sin su novio Gad Elmaleh ni su hijo, estaba radiante con un vestido de palabra de honor plateado, un chal, un elegante colgante y un favorecedor recogido. Disfrutó de cada segundo, bailó, cantó y rió en el concierto de Mika. La familia Grimaldi se reunió en esta cita anual para homenajear a la princesa Grace y recaudar fondos para su fundación.
Alberto de Mónaco acudió acompañado de su mujer Charlene, y Pierre y Beatrice también estuvieron deslumbrantes en esta glamourosa noche. Pero los grandes ausentes fueron Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo.
Más de 800 personas acudieron al Baile de la Rosa, sobre todo grandes personalidades de la alta sociedad monegasca, como el actor Guillaume Gallienne y su esposa o los príncipes Carlos y Camilla de Borbón de las Dos Sicilias.