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Blanca Suárez y Dani Martín ya no se esconden

Emilia Landaluce, Carmen Duerto y Carlos Pérez Gimeno debaten todo el corazón en Es la mañana de Federico.

Emilia Landaluce, Carmen Duerto y Carlos Pérez Gimeno debaten todo el corazón en Es la mañana de Federico.
Blanca Suárez sale de casa de Dani Martín, en una imagen reciente | Cordon Press

Blanca Suárez y Dani Martín ya no se esconden. Tras varias semanas huyendo de los periodistas, la pareja de moda se ha dejado ver en el domicilio del cantante. Hasta ahora la única prueba de que habían pasado un rato juntos era la foto del perrito de la actriz en la terraza del vocalista de El canto del loco. Ahora Blanca y Dani se han reencontrado tras la gira mexicana de él y lo han celebrado comprando comida a domicilio.

Toni Cantó ha vuelto al cine con un papel que exige escena de cama homosexual y desnudo parcial. Es la primera vez que el actor actúa en una película desde que es diputado en el Congreso. Se trata de La partida, cinta rodada en Cuba y dirigida por Antonio Hens, en la que el artista interpreta a un turista sexual gay. El político valenciano está bastante sorprendido por las reacciones a su actuación. Dice que "escandaliza más que un diputado enseñe el culo a que robe". Es que estamos menos acostumbrados.

La demanda de paternidad que ha presentado Alberto Isla para saber si su primer hijo es realmente suyo tiene buena intención. Al menos eso es lo que están tratando de vendernos desde el entorno del joven: aseguran que el objetivo de hacerse el análisis que confirmaría si él es el padre es tener todos los derechos y deberes que reconoce la ley, como otorgarle sus apellidos y asumir las obligaciones económicas que ello conlleva. No dicen nada de la posibilidad de que el resultado sea negativo.

Se acabó la luna de miel que mantenía Catalina de Cambridge con la prensa. La duquesa está empezando a ser criticada por sus gustos lujosos, como su reciente escapada a las Islas Maldivas junto a su esposo o la factura de las obras de remodelación del piso del Palacio de Kensington en el que viven. Diarios como The Mirror critican que los 1,3 millones de euros presupuestados inicialmente se hayan duplicado por caprichos de Kate, como repintar toda la residencia porque no le gustaba el resultado. Como en la monarquía británica sí son trasparentes, han aclarado que los excesos serán asumidos por ellos, y no por el erario público.

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