La pasada semana el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz dictaba un auto en el que solicitaba a la Dirección General de Tráfico (DGT) información sobre varios vehículos de lujo propiedad del primogénito del expresidente de la Generalidad Jordi Pujol, Jordi Pujol Ferrusola. En el citado auto, también atribuía al vástago del expresidente de la generalidad haber cobrado de entidades que a su vez recibían subvenciones públicas, más de 200.000 euros.
Dichos pagos, siempre según el auto de Ruz, fueron recibidos en sociedades que comparten al 50% Jordi Pujol Ferrusola y su esposa, Mercedes Gironés, ambos imputados indiciariamente por un presunto delito de blanqueo de capitales. Esta información ha sido recopilada a partir de la denuncia que hizo la examante de Pujol Ferrusola, la exmilitante del PP catalán, María Victoria Álvarez Martín. Una mujer despechada que declaró contra el hijo de Pujol ante la UDEF que "me maltrataba física y psicológicamente", además de contar cómo el hijo de Pujol la utilizaba para pasar fajos de billetes de 500 euros a Andorra en una mochila.
La relación entre el primogénito de Pujol y Mercedes Gironés ha sido tormentosa. Según aquellos que mejor le conocen, al mayor de los Pujol Ferrusola le encanta el montañismo y el esquí, "pero las tías le vuelven loco". Así lo recoge Xavier Horcajo en su libro La pasta nostra (Sekotia). No obstante, quizá sus años más felices fueron cuando los problemas con Gironés aún no eran evidentes. En aquel entonces, presumía de ser un tipo llano que se paseaba por Barcelona con una motocicleta antigua, mientras amasaba una fortuna y se hacía con un palacete en Pedralbes que, según el libro de Horcajo, estaba situada en los primeros números de la calle Monederos, y que superaba en tamaño y lujo al que adquirieron la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin.
Pero su matrimonio comenzó a tambalearse merced a la afición de Pujol por las mujeres. A finales de los 80 Gironés descubrió que el hombre con quien estaba manteniendo relaciones su propia prima -una azafata de vuelo- era su marido. Después de aquello, la familia política de Pujol se rompió y su matrimonio se tambaleó, tanto que Mercedes le echó de casa y se iniciaron los trámites de separación. El colmo de las casualidades hizo que la abogada que tramitó el caso fuera Isabel Márquez, que más tarde sería pareja de Joan Piqué Vidal. Finalmente, entre Prenafeta, Márquez y Piqué Vidal, lograron recomponer el matrimonio de Gironés y Pujol, pese a que después vivieron varias rupturas hasta la separación final.
En cambio, Mercedes Gironés sigue administrando buena parte de los negocios de Jordi Pujol Ferrusola, según cuenta Xavier Horcajo en su libro. Pese a ir, aparentemente, por separado, ambos han creado sociedades holding en España con la misma aportación de capital social: unos 7,6 millones de euros.
Otra de las compañías en las que compartieron silla fue Natural Stone Marketing Centre, ahora Iniciatives, Marketing i Inversiones, dedicada a los mármoles. Pujol dejó la compañía, en la que fue vicepresidente, en 1996, y quedó Gironés como administradora única. Esta empresa tuvo su gran operación cuando se encargaron de 'adecentar' el suelo remodelado del aeropuerto de El Prat, poco antes de las olimpiadas de Barcelona 92.
Nota: La fotografía que ilustra esta información pertenece a la colección de fotografías publicada por la revista Quien.com. Si quiere consultar las 102 fotografías de la fiesta que organizaron los Pujol en Acapulco en 2009 para inaugurar su hotel Encanto, pueden visitarla en este enlace.