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El hundimiento de la familia Jurado tras la muerte de 'la más grande'

Jurado falleció el 1 de junio de 2006. Desde entonces, algunos miembros de su familia han sido protagonistas de numerosos escándalos.

Cuando en una familia falta el pilar central, el punto de unión, en ocasiones los demás no saben encontrar su lugar. Es lo que podría haber ocurrido con la de Rocío Jurado, una figura tajante y una artista incomparable capaz de conseguir que todos los que la rodeaban ocupasen su sitio. Pero Rocío murió en 2006. Artista, madraza, cariñosa, espléndida, luchadora y religiosa, así era "la más grande", algo que corrobora una Carmen Jara orgullosa de haberse contado entre sus amigas.

Tras la muerte de su padre, Rocío tuvo que ponerse a trabajar para ayudar a la familia. A finales de los años sesenta ya era conocida por su trabajo en los escenarios. Su forma de interpretar, su forma de cantar y su presencia le hacían única, y gracias a ello, en poco tiempo empezó a ser famosa. Consiguió llegar a lo más alto a base de trabajo y de talento. Se hizo cargo de toda su familia y procuró hasta su muerte que a nadie le faltase nada. La desgracia sobre su familia empezó cuando a Rocío le detectaron cáncer de páncreas en el 2004. Luchó todos los días para superar esta dura enfermedad, pero el 1 de junio de 2006 falleció en su casa de Alcobendas, con tan solo 59 años. Ahora, sus restos se encuentran en un mausoleo construido en Chipiona en su honor.

Tristemente, desde su muerte pocas veces se ha hablado de ella por sus éxitos o trayectoria profesional y artística. Casi siempre es para hacer público un nuevo escándalo en su familia. El caso de la familia de Rocío Jurado poco tiene que ver con el de otros artistas o figuras relevantes, y las -hasta cierto punto- habituales peleas familiares. La Jurado se preocupó de que todos estuvieran cubiertos con su herencia, no se olvidó de nadie. Sin embargo, y pese a las facilidades, todas las semanas se acaba hablando de la familia Mohedano y Ortega y sus escándalos. ¿Estará descansando en paz después de todas las cosas que han pasado tras su muerte?

Los problemas de José Ortega Cano

Para José Ortega Cano, Rocío era toda su vida. No supo afrontar la muerte de su esposa y, como él mismo ha desvelado, acabó ahogando sus penas en el alcohol. Nadie de su alrededor se lo ha puesto fácil para superar su pérdida. Problemas con el alcohol, con su familia y la de Rocío, por no hablar de su complicada relación con su hijo mayor José Fernando, son algunas de las desgracias que ha tenido que sufrir.

Por si todo eso no fuera poco, el 28 de mayo de 2011 tuvo un accidente de coche que acabó con la vida del otro conductor, Carlos Parra. El extorero estuvo en estado crítico, a punto de morir, pero consiguió recuperarse. Ha sido condenado a dos años y medio y un día de cárcel por un delito de homicidio imprudente y conducción temeraria bajo los efectos del alcohol, ya que al final se incluyó la prueba de sangre. Su abogado ha pedido el indulto, pero todavía no se sabe si se lo concederán.

Pero Ortega Cano ha querido, y hasta cierto punto ha conseguido, rehacer su vida. Conoció a Ana María Aldón, la persona que ha conseguido que vuelva a sonreír. Con ella ha tenido un hijo -el primero biológico- que le ha ayudado mucho a mirar hacia delante. Ha querido olvidar su pasado, por eso, en el 2013 vendió la finca de Yerbabuena por 5.400.000 euros.

José Fernando, en la cárcel

Aunque José Fernando siempre ha sido un chico con mucho carácter, las cosas se complicaron cuando cumplió los 18 años. En ese momento recibió una gran cantidad de dinero que le dejó su madre como herencia. Se fue de casa, principalmente, por la mala relación con su padre. Sus fiestas, visitas a los clubs de alterne, adición a las drogas y sus correrías con sus amigos empezaron a llamar la atención. Por lo visto, "sufre una inadaptación alta. Está descontento consigo mismo y con la realidad. Siente miedo, tristeza y baja autoestima", según un informe que le hicieron en prisión.

Ahora, está en la cárcel a la espera del juicio, que será el próximo 13 de marzo, por varios delitos que cometió el pasado 2 de noviembre de 2013. Ese día, el joven y sus amigos agredieron a una persona, le robaron y cogieron su coche. José Fernando, que no tiene carnet, condujo hasta que se dio un golpe. Todos decidieron quemarlo, para no dejar pruebas.

Las más prudentes

Rocío Carrasco era una de las primeras figuras del mundo rosa cuando su madre estaba viva. Sin embargo, al fallecer esta decidió apartarse de las cámaras y de la prensa, para poder disfrutar de su intimidad. Desde entonces, en contadas ocasiones se le ha visto acudir a algún acto social. Nunca ha opinado sobre los escándalos de su familia.

Gloria Camila, hija adoptiva de la artista y de José Ortega, no ha protagonizado ningún escándalo ni ha hablado con los periodistas. Es muy discreta, prudente, buena estudiante y se preocupa por su hermano y padre. Acaba de cumplir 18 años, por eso, recibirá la herencia millonaria de su madre, que presumiblemente gastará mejor que su hermano.

La guerra entre los Mohedano y Ortega

Cuando Rocío aún vivía todos estaban unidos y felices. Pero, después, las cosas se complicaron. La familia Mohedano y Ortega, durante mucho tiempo, han estado filtrando información sobre asuntos privados. Fue en este momento cuando se empezaron a saber las intimidades de Rocío Jurado.

Además, Amador Mohedano, rock manager y ayudante de Paco Gordillo, nunca ha conseguido afrontar su muerte. Durante estos últimos años, dejó de trabajar, invirtió mal su dinero (dejando en la ruina a su familia), engañó a su hija Chayo, tiene problemas con Hacienda, ha sido infiel a Rosa Benito, se ha divorciado y sigue sin poder resolver sus deudas.

Pero, a la cuñada de Rocío no le ha ido mucho mejor. Rosa Benito se ha convertido en un juguete roto. Debido a los problemas económicos de la familia decidió colaborar en el programa de Sálvame. Empezaron a salir a la luz todos sus problemas sentimentales. Ganó Supervivientes y su vida cambió. Los problemas con Amador cada vez fueron más graves, estuvieron mucho tiempo distanciados y empezaron a aparecer imágenes de su marido con otras mujeres. Acabó divorciándose de él, pero a ella todo esto le superó y terminó cayendo en una gran depresión. En noviembre de 2013 fue ingresada en el hospital por intento de suicidio. Cogió la baja por depresión y al no conseguir recuperarse, decidió ingresar voluntariamente en un sanatorio mental.

El museo de Rocío Jurado en Chipiona

La gran ilusión de Rocío Jurado era construir un museo con su nombre en Chipiona, repleto de cosas suyas. No obstante, su apertura se está retrasando, y eso, que ya está construido el 80%. Se rumoreaba que Rociíto y el Ayuntamiento no habían llegado a un acuerdo. Mientras, toda la familia sigue aportando cosas de La más grande.

Con la entrada de Ortega Cano en prisión pendiente, y todos los sucesos relacionados con el ingreso de Rosa Benito y la pena de cárcel de José Fernando pendientes de verdadera resolución, parece que todavía queda culebrón por delante. Sin duda, una serie de problemas que no están a la altura del legado de Rocío Jurado.

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