El pasado 8 de febrero Pasión Vega dejó de representar su última función musical, que llevaba en cartel desde el anterior mes de septiembre. Su título: "Dos pianos con Pasión. Cartas desde Nueva York". Fue en Viladecans (Barcelona). A la artista madrileña recriada en Málaga, que en abril cumplirá treinta y ocho años, la acompañaban los hermanos Victor y Luis del Valle, pianistas y responsables del libreto y la puesta en escena. Hasta el próximo mes de mayo no volverán a los escenarios. Por una importante razón: la cantante se encuentra en avanzado estado de gestación y espera una niña en las próximas semanas. Será madre por primera vez. Ha llevado esa buena nueva con la mayor discreción. Desde que su popularidad surgió a comienzos de este siglo, Pasión Vega no ha hablado en público de su vida privada. Se la ha relacionado con su representante artístico, a partir de 2005, José Emilio Navarro (Berry), año en el que se fue a vivir a Cádiz. Años atrás, quien la lanzó al estrellato fue un veterano "mánager", el ya desaparecido Paco Gordillo, el mismo que estuvo tantos años llevando las riendas artísticas de Raphael, convirtiéndola en una nueva estrella de la copla. No obstante, ella acabó por romper el contrato que la vinculaba a Gordillo, que no tuvo más remedio que demandarla judicialmente, exigiéndole 90.000 euros en concepto de daños y perjuicios. Quien bien conoce esa historia es Carmen Jara, bien conocida de los oyentes de esRadio. Me contó lo mal que Pasión Vega se había portado con Paco, a quien tanto debía, llamándola desagradecida. Bien sabe Carmen lo que sucedió entre ambos. Entre otras razones porque Gordillo era su cuñado y cuantos lo tratamos recordamos su impecable trayectoria profesional, cuando también se ocupaba de las carreras de Rocío Jurado y Marisol.
Nada de lo expuesto pone en duda la calidad que como cantante reúne Pasión Vega, una de las mejores voces no sólo de la copla reciente sino de otros géneros, puesto que con su maravillosa voz recrea también viejos tangos como "El choclo", sambas brasileiras, fados, piezas de jazz, baladas pop y números clásicos como "Granada". Los incluyó en su reciente espectáculo junto a una selección de canciones populares, entre coplas inolvidables, caso de "En tierra extraña", "Y sin embargo te quiero", otras que en su día armonizara Federico García Lorca ("Los cuatro muleros", "La tarara", "Nana de Sevilla") y algunas otras que llevan la firma del maestro Manuel de Falla, extraídas de "El amor brujo". Por cuanto citamos, un repertorio de incontestable belleza.
Será en el próximo mayo cuando Ana María Alías Vega, que ese es el nombre verdadero de Pasión Vega, reanude su gira con "Dos pianos con Pasión", ahora interrumpida como les decíamos por su feliz acontecimiento. Tiene citas importantes para entonces, en su querido Cádiz, el 20 de ese mes en el madrileño teatro de la Zarzuela, luego en Málaga, y así una selecta presencia en teatros de importantes ciudades. La obra en cuestión no es una sucesión de canciones, como si fuera uno de sus conciertos habituales, sino que se basa en un libreto en el que juega una importante presencia un viejo baúl, del que la protagonista va sucesivamente sacando cara al público desde partituras de Falla a un capote de Ignacio Sánchez Mejías, que fue amante y mecenas de "La Argentinita".