Miguel Boyer celebró este miércoles su 75 cumpleaños en casa, tranquilo y rodeado de su familia. Desde que sufrió un ictus, el pasado 27 de febrero de 2012, el expolítico se alejó de los medios y se centro de pleno en su recuperación. El que fuera ministro de Felipe González sufrió un fuerte derrame que le llevó a pasar dos meses en la UCI. Boyer sufrió muchas secuelas, tanto físicas como psicológicas, a las que tuvo que enfrentarse con valentía.
En seguida inició un riguroso proceso de rehabilitación en su domicilio en Puerta de Hierro. Un grupo de terapeutas especializados se encargaron de ayudarle día a día. Y es que, tras la intervención quirúrgica, comer y beber le suponía un gran esfuerzo.
Este terrible susto cambió su vida radicalmente. Ya se encuentra muy recuperado, gracias a su constancia y afán de superación. Miguel no falta ni un sólo día a rehabilitación. Su esposa Isabel Preysler es su gran apoyo, de hecho no ha querido separarse de él en estos dos años.
Otra de las personas que más le ha ayudado es su hija, Ana Boyer, que sigue viviendo con ellos. Además, la joven se encuentra en uno de sus mejores momentos: acaba de finalizar la carrera de Derecho y Dirección de Empresas y está trabajando en una prestigiosa firma de abogados. Además, está felizmente enamorada del tenista Fernando Verdasco, con el que mantiene una discreta relación.