Como todos los años, el Rastrillo Nuevo Futuro ha abierto sus puertas en el pabellón de la Pipa en la Casa de Campo de Madrid, donde permanecerá hasta el próximo 1 de diciembre.
Y también como en todas sus ediciones, uno de sus máximos representantes ha sido la hermana del Rey, Pilar de Borbón, que todos los años se pone al frente de la organización en calidad de presidenta de honor de la organización benéfica responsable del rastrillo.
Atrás quedaron los titulares de la edición del año pasado, en la que Ana Botella amagó con no permitir la apertura de las instalaciones debido a unos problemas de índole eléctrica. Esta vez la alcaldesa y doña Pilar posaron juntas para los fotógrafos sin mayores problemas y en ambos casos con una sonrisa de satisfacción.
Un evento benéfico anual donde se pudo ver también a Carmen Franco y Simoneta Gómez-Acebo, hija de la infanta Pilar y también habitual del rastrillo. Juan Peña, Marina Danko, Leandro de Borbón y Luis Alfonso de Borbón -junto a toda su familia- también han querido asistir a esta cita solidaria típica en fechas prenavideñas, y en la que se pueden adquirir todo tipo de artículos de regalo de primera calidad.
La infanta Pilar no quiso hablar de su familia, y no lo hizo porque quiso priorizar las necesidades de los 7.000 niños que viven en los 140 hogares de la organización, que lleva ya 45 años realizando una tarea benéfica que inició Carmen Herrero Garralda. Fue ella, en compañía de un grupo de amigas, quienes decidieron dedicar todo su esfuerzo a montar un pequeño rastrillo con el que poder financiar los gastos de esos hogares.
Pese a su habitual reticencia a hablar de asuntos familiares y del Rey, la propia infanta relató la semana pasada en Espejo Público que su hermano don Juan Carlos -que en ese momento se preparaba para la operación de cadera-, "nunca ha venido al rastrillo porque le aburre, no le puedo pedir eso, pero la Reina viene todos los años y espero que este año también acuda, como el resto de la familia".
Tras alabar el papel internacional de la Familia Real, emplazó a Sofía y doña Letizia a visitar el recinto, recordando precisamente que la Reina es otra de las presencias habituales todos los años. En total, 1.200 voluntarios y 80 stands para causas solidarias, donde tampoco faltó la buena mesa representada por un buen número de destacados restaurantes nacionales.