La devoción religiosa de Tamara Falcó es a estas alturas sobradamente conocida. Y también habría que decir que muy bien explotada por la hija del marqués de Griñón.
Tal y como muestran todas las revistas del corazón de la semana, la joven Tamara pasó un fin de semana en Vigo con la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, dedicada a ayudar a enfermos, drogodependientes y personas desfavorecidas.
Allí, apartada de la civilización, Tamara Falcó fue avistada sin maquillaje y ropa muy austera, totalmente informal, tomando un café de manera relajada en el edificio de la citada asociación católica. Antes de partir hacia el desafío Land Rover en el que Falcó unió fuerzas con Ana Boyer y Julio José Iglesias (si bien cada uno en equipos diferentes), la hija de Isabel Preysler descansó en el monasterio, implicándose en las tareas propias de la Orden en compañía de monjas del lugar.
Además de esto, Tamara aprovechó la ocasión para pasear a la orilla del mar y hacer unas llamadas. Además, fue a misa y oró en compañía de otras miembros de la Orden, vinculada al Opus Dei en tanto uno de sus padrinos es el mismísimo Escrivá de Balaguer.
Todo ello con un rosario colgado en la misma mano en la que sostiene un moderno iPhone 5, tal y como atestigua en otras imágenes la revista ¡Hola! Sin duda, un interesante contraste de esos a los que nos tiene habituados Falcó, cuya vocación espiritual nos sigue seduciendo.