A diferencia de la entrevista que concedió Kiko Rivera hace dos semanas en Sálvame Deluxe, Belén Esteban volvió a ofrecer las mismas declaraciones que la última vez que regresó. Rodeada y apoyada por sus amigos, la princesa del pueblo no quiso tratar la mayoría de los temas que salieron. Se negó a hablar de su exmarido Fran, de ciertos asuntos de su exfamilia política; tampoco, quiso ahondar en el tema de las adicciones, ni sobre "el supuesto comportamiento agresivo de María José Campanario". A pesar de esto, sus compañeros no la criticaron -como han hecho con muchos otros invitados por no hablar- sino que alabaron orgullosos "lo valiente y fuerte" que era Belén por cobrar por sentarse en un plató de televisión para no hablar de nada durante más de tres horas de entrevista.
La vuelta a la televisión de Belén Esteban ha sido por la puerta grande. La cadena llevaba semanas anunciando la gran llegada de la princesa del pueblo, prometiendo que iba "a poner a cada uno en su lugar" y que se vería a la nueva Belén Esteban. Sin embargo, poca diferencia se vio en la entrevista de este viernes a la que dio hace hace 8 meses, o incluso, 9 años. La productora realizó una promoción como si se anunciara una superproducción, con una alfombra roja y entre vítores y aplausos del público, Belén se santiguó y entró en el plató.
Después de casi siete meses recuperándose de los problemas que estaba viviendo, se esperaba que volviera con las pilas cargadas y se vendió que iba a atacar a todas aquellas personas que habían aprovechado su ausencia para hacerle daño a ella y "a su Andreíta". Y desde luego, en estos últimos meses había muchos temas que tratar. Todas las apariciones de la familia Campanario en el plató de Sálvame Deluxe, la comunión de la hija de Jesulín y todas las heridas que reabrió la madre de María José Campanario, entre otros. Sin embargo, la princesa del pueblo prefirió ser cauta -a diferencia de otras muchas ocasiones- y se sumó al sinfín de personas que se sientan en un programa de televisión para no contar nada.
Sus adicciones a no se sabe qué y su ex Fran
Todo comenzó poco después de las diez de la noche en Sálvame Deluxe. Nada más sentarse declaró que "antes tenía unas adicciones que ya no tiene", sin especificar a qué tipo de sustancias. Confesó que ha sido "durísimo" y que ha llorado mucho todo este tiempo.
Declaró que "su vida ha cambiado mucho" en estos meses. Belén Esteban reconoció a sus compañeros que lo más duro de "su otra vida" fue tener que "mentir a todos cada vez que llegaba al trabajo". No paró de repetir "lo orgullosa que estaba de sí misma" y que ahora es "otra Belén Esteban". Aprovechó para contar que este verano había tenido "muchos rollitos" y que se había comprado "dos juguetes eróticos", para demostrar "lo liberal" que es ahora.
Poco después, Jorge Javier empezó a preguntarle por Fran Álvarez, y al instante, Belén contestó que "no quería hablar de él" porque era su pasado. Quiso dejar claro que "no habla, ni se escribe y ni se ve" con su exmarido. Dejó entrever que desde que ya no está con él las cosas le han ido mucho mejor, aunque no volvió a decir nada más del camarero, porque "está cansada de hablar siempre de lo mismo".
La comunión de la hija de Jesulín y Campanario
Más tarde, habló sobre el tema de su hija y la comunión de la hija de Jesulín, Julia. Explicó que contaría todo aquello que "le había autorizado su hija decir". Afirmó que Andreíta se enteró de la comunión de su hermana por la exclusiva que dio Jesulín y María José en ¡Hola! y, no un mes y medio antes. Que la niña -de ya 14 años- lleva dos años sin ver a sus hermanos y que ella siempre ha querido "que su padre viera a su hija".
Volvió a contar que Andreíta nunca ha querido ir al campo y reveló que ella sabe "que Campanario insultaba a Belén delante de la pequeña" mientras ésta veía a su madre en la televisión. Además, recuerda que cuando era pequeña su hija llamó al 112 porque solo quería estar con su madre, y no en Ubrique. Cuando Belén se enteró llamó a Jesulín y este le dijo que "si se presentaba llamaría a la Guardia Civil". También, se atrevió a confesar que presenció como Umberto maltrataba a Carmen Bazán, y que incluso, en una ocasión usó a la niña -que en esa época era un bebé- como escudo para que no le pegase.
Le preguntaron si confirmaba que Campanario es "una persona agresiva", pero Belén contestó con su silencio. Advirtió que las cosas iban a cambiar, que se acabó "el estar todos los días hablando de su vida privada" y que "es ella ahora la que controla su vida".
Después de más de tres horas de entrevista, Belén dejó su sitio a Víctor Sandoval, y aclaró que volvía al trabajo para estar tres días a la semana en Sálvame y en el Deluxe los viernes. Lo cierto es, que a pesar de no contar nada nuevo, consiguió un 25,7 % de share, 3.113.000 de espectadores y ser trending topic.