Ana Boyer asistió el jueves a la fiesta organizada por la marca de ron Brugal en Madrid, y se convirtió gracias a su vestido y su espléndida figura en una de las protagonistas indiscutibles de la noche.
La hija de Isabel Preysler y Miguel Boyer, recién licenciada en derecho a sus 23 años, va exhibiendo estilo y belleza allá por donde va, en la línea de su madre y su hermana Tamara, pero además añadiendo un plus de elegancia propia fuera de lo común.
Embutida en un ajustadísimo vestido negro brillante, la joven Boyer sobresalió por encima del resto de invitados al acto, desde Eloy Azorín a Jesús Olmedo, pasando por Manu Tenorio o Nerea Garmendia y la actriz y cantante Leonor Watling, todos ellos invitados a la alfombra roja del acto.
Ana Boyer, que ahora mismo no tiene pareja y está a punto de afrontar su salto al mundo laboral, lució un moreno envidiable pese a haber finalizado ya el verano. Con un bolso rojo como único y perfecto complemento al vestido negro, Boyer habló de sus inquietudes y de la lenta recuperación de su padre, afectado de un grave ictus hace varios meses. Pero sin duda, fue su fondo de armario y su estilizada figura las que llamaron más la atención.