Después de varias semanas sin saber nada ni de sus hijos ni de su marido, Olvido Hormigos vuelve a verles en Madrid. Jesús Atahonero y los pequeños han viajado hasta donde estaba Olvido, y por fin parecen una familia unida. La revista ¡Qué me dices! saca en portada las imágenes de este tan esperado reencuentro de esta peculiar familia.
La expolitica confesó en una entrevista en el Deluxe "que se sentía sola al no haber sido recibida por nadie de su familia" el día de su expulsión del concurso. Sin embargo, al oír estas declaraciones, Jesús al final llamó para decirle cuánto le quería y que lo único que desea es que "toda la familia esté junta". Y así fue. En cuanto pudo, todos viajaron hasta Madrid para poder ver a Olvido, y así, pasar unos días todos juntos, como "una familia feliz". Ella nunca piensa dejar a su marido, ya que sabe "que no le gusta la tele", y él deja claro que "si no confiase en Olvido, no estaría con ella".
Sin embargo, las duras confesiones que ha hecho Hormigos a la revista Sálvame deja boquiabiertos. Muestra su lado más humano y contesta con sinceridad a todas las preguntas. Reconoce que la única condición que le puso su marido para que entrase en Campamento de verano fue que "no entrase si también iba Asdrúbal". Sabe que a su marido no le gusta cualquier cosa que tenga que ver con la televisión, por eso no le culpa por no haber ido el día de su expulsión. Sin embargo, sí que reconoce cierto dolor, porque "se sintió sola". "Sé que no voy a encontrar a nadie que me quiere como él y a veces me siento cupable de que me quiera tanto. Cuando le conté lo del vídeo se sintió decepcionado, pero no se enfadó. Me podría haber dejado, pero estuvo a mi lado siempre. Me ha perdonado todo".
Aunque Hormigos ha cometido incontables errores desde que salió a la luz su vídeo, sabe que "no va a encontrar a nadie que le quiera como lo hace su marido". Esto hace que ella se sienta "culpable", por mucho que él le ama. Jesús le ha perdonado todo, podría haberla dejado, pero prefirió "quedarse a su lado". Uno de las confesiones más llamativas es cuando reconoce que durante mucho tiempo, cuando sus relaciones familiares empeoraron debido a su salto a la fama, estuvo "pensando en el suicidio". En su pueblo, dice, la han llegado a llamar hasta "prostituta" y en general todo lo que ha vivido "ha sido muy duro". Ahora, es una persona "fría y calculadora" para poder soportar todo por lo que ha vivido, y solo desea que antes o después pueda volver a su vida normal.
Su marido lo tiene claro. Según recopila la revista, sigue cofiando en ella. "Si no fuera así, no podríamos seguir juntos. Eso lo tengo claro. Tengo una convicción y unos pensamientos acerca de ella que son inamovibles". Ella asegura ee también quiere, como él, que nada de esto "hubiera pasado". Al final y pese a los problemas, parece que se trata de un regreso a casa esperado por ambas partes.