La extraordinaria finca "Yerbabuena", de 800 hectáreas y situada en Sevilla, ya tiene nueva dueña, Rocío Torres Carcasi. Se ha gastado casi seis millones de euros, poco para lo que realmente cuesta el terreno. Su valor es incalculable, no porque sea una finca buena para la agricultura, sino por la capacidad que tiene para generar dinero, solo por organizarse eventos en la propiedad. Como recuerda La Otra Crónica, ahí se casó Rocío Jurado y José Ortega Cano, y después Rocío Carrasco y Antonio David Flores, motivo por el que mucha gente quiere contraer matrimonio ahí.
Rocío Torres es la única heredera de la familia Torres. En menos de dos años, ha visto fallecer tanto a su padre como a su hermano, por eso se habla de la maldición de la peruana. Dicen que su padre murió por ,la infección que le generó un asta de toro. Otros explican que en realidad murió por cáncer. Sin embargo, su hermano fue asesinado. Días antes robaron una gran cantidad de lingotes de oro en la propiedad de la familia, pero después mataron a su hermano Iván.
Tras el asesinato de su hermano, Rocío ha tenido que hacerse cargo de todos los negocios de la familia. Vive prácticamente alejada de cualquier foco en Juliaca. Se desplaza siempre en camionetas de 4x4 con cristales poralizados y guardaespaldas protegiéndola. LOC ha intentado sin éxito ponerse en contacto con ella, pero solo han podido hablar con su abogado, porque acceder a ella es casi imposible. Éste asegura que Rocío Torres sigue en España y explica que él no sabe nada de la compra de "Yerbabuena".
Mientras que la nueva dueña de la finca alarga su estancia es España, el imperio que su padre forjó continúa con serios problemas de violencia. Por eso, se presupone que la peruana usará "Yerbabuena" para buscar la paz que no consigue en su ciudad. Desde el momento que se supo quién iba a ser la compradora de la finca de José Ortega Cano, esta empresaria peruana dejó de ser anónima en España. Poco días después ya se sabía quién era, cuál era su fortuna y su historia.
Cuando adquirieron Rocío Jurado y Ortega "Yerbabuena", sabían que no era una tierra fértil, por eso el torero apostó por la organización de eventos, e invirtió una gran cantidad para dejarla perfecta. Por ahora no se ha cancelado ninguna reversa que hay en la agenda, por lo que se piensa que la nueva dueña pretende potenciar esta actividad y seguir con el negocio de las bodas.