No es la primera vez que lo hace. Se ha convertido ya en tradición de la joven periodista: ir vestida de novia a las bodas que la invitan y eclipasar así a la mismísima protagonista en su día.
Sara Carbonero acudió con Íker Casillas a su pueblo natal, Corral de Almaguer (Toledo), para asistir al enlace de su primo, también periodista. La pareja del portero de Real Madrid se convirtió en blanco de todas las miradas y comentarios de los invitados al aparecer con un espectacular vestido largo de encaje, blanco roto, largo de corte sirena y pronunciado escote.
Eligió, además, pocos complementos por lo que toda la atención se la llevaba su vestido. La melena, suelta y ondulada. Y sólo los labios, de un rouge intenso, destacaban.
Tras la ceremonia religiosa, los invitados se trasladaron a la finca "Monte Alegre", situada a las afueras, donde tuvo lugar el convite. Allí fue donde acudió directamente Casillas, que no pasó por la iglesia. El Real Madrid jugaba al día siguiente contra el Osasuna, pero el portero no estaba convocado, por lo que disfrutó de la fiesta tranquilamente.
El evento ha sido recogido por la revista ¡Hola!, y en seguida ha corrido como la pólvora por las redes sociales, donde se mezclan comentarios que van desde la burla a la indignación.
No es la primera vez que Carbonero se salta el protocolo en una boda. También lo hizo en el enlace de su amiga Susana Guash. En aquél momento, la periodista eligió un vestido blanco de encaje de Stella McCartney. Aunque en aquella ocasión, por lo menos, era corto.
Carlos Redondo, director de protocolo, ha querido ser piadoso En casa de Herrero. Concede al look de Sara un cinco pelado, pero un cinco. "Para no penalizarla tanto", se justifica. Y es que según Redondo, "habría destacado igual" de ir vestida de otra manera.
Entre risas este director de protocolo apunta: "A lo mejor está ensayando para su propia boda en las bodas de las amigas".