Miranda Kerr acudió al rodaje de un anuncio sin sujetador y con un vestido ligero, un día en el que el viento soplaba con fuerza. Todo esto hizo que la supermodelo australiana viviera un momento incómodo. En pleno rodaje, el aíre sopló más fuerte y su vestido se cayó, dejando así su pecho al aire.
El diario El Mundo asegura que este descuido no desmotivó a la guapísima Miranda, todo lo contrario. Se rió del momento que había vivido enseñando sus intimidades, y su asistente corrió para taparla. Consiguió subirse el vestido rápidamente mientras se reía de lo sucedido.
No es la primera famosa a la que le pasa esto. Miranda supo tomarse con humor la situación que vivió. Y seguramente los que lo vieron estaban encantados de las vistas que ofreció la modelo de la marca Victoria’s Secret.