La periodista Beatriz Cortázar profundiza en el diario ABC en la ruptura entre Marta González y Miguel Palomo Danko, y en ese principio de guerra judicial que se planteó hace escasos días a raíz de la demanda por coacciones y amenazas que la hija del torero Dámaso González presentó en una comisaría de Albacete.
Una denuncia que ha puesto en duda –al menos, de momento– el preacuerdo de divorcio ya firmado por la hija del torero, y que imponía a la joven un exigente contrato de confidencialidad sobre su matrimonio y las razones del divorcio.
Pero tal y como asegura Cortázar en ABC, Marta González está sumida en la confusión y planteándose retirar esa demanda. En esas supuestas coacciones y amenazas realizadas por la vía telefónica figura el nombre de la hija de la empresaria venezolana Lilia López, con quien ella misma tuvo amistad y a la que acusa de ayudar a acabar con su matrimonio.
Ahora, y ante la posibilidad de que la otra parte –Lilia– responda con otra demanda a la propia Marta, ésta sopesa retirar la denuncia, un consejo que le ha venido tanto por parte de su abogada como por su entorno. Los amigos de Palomo no se creen que éste tenga una relación sentimental con esa joven, Lilia Jimena Begoña Guzmán de Frutos, la hija de su jefa en la finca El Palomar.
De modo que, tal y como señala Beatriz Cortázar, colaboradora de Es la mañana de Federico, está madurando la posibilidad de retirar la demanda. Tal vez, la exigente cláusula de confidencialidad que se ha visto obligada a firmar en el preacuerdo de divorcio también tenga que ver en el origen de esa demanda. En todo caso, se trata de un matrimonio que en tiempos fue muy bien avenido y que ha terminado de manera súbita e inesperada.