El tonteo entre la presentadora Sonia Ferrer y el jinete y empresario Álvaro Muñoz Escassi ha sido la comidilla del concurso Mira quien salta. Su acercamiento, que según la prensa rosa superó el de una mera amistad, puso la puntilla al matrimonio de ella, al tiempo que también acabó con el noviazgo de Escassi, con fama de Don Juan.
Sonia Ferrer está presente esta semana en todas las revistas, explicando de primera mano que su crisis matrimonial venía de antes (el cirujano Marco Vricella ha asegurado que "va a dejar sin un duro" a la guapa presentadora), y que con Escassi no le une más que una bonita amistad. No obstante, las imágenes difundidas por la revista Lecturas señalan en otra dirección.
La pareja de concursantes de Telecinco quedó por separado y a solas el mismo día que se reunieron con los demás participantes del concurso para una amistosa cena. Escassi, de 38 años, y Ferrer, de 35, aparecen tomando una copa en el restaurante propiedad de él en Madrid, El corso de las brasas, en lo que parece un rato de sonrisas y confidencias.
Tal y como publica la revista, una vez que llegó el momento de reunirse con los compañeros de Mira quien salta, ambos abandonaron el local por separado, conscientes de que la imagen de ambos juntos es una de las más codiciadas.
Por su parte, la exnovia de Álvaro, Patricia Martínez, abandonó hace unos días y de manera definitiva el domicilio que compartía con el jinete. Y también ha dejado de acudir a la tienda que regentaba y cuya imagen es la del propio Álvaro. Este dato, como el del divorcio de Ferrer, pone a la pareja –que hasta ahora se ha cansado de negar una relación- en una situación delicada, y sin duda seguirán en el foco de atención de la prensa.