Más tranquilo y feliz, así está Rafa Camino. Y es que tras la tempestad llegó la calma. Después de dos años litigando en los tribunales tras su divorcio, el torero y su exmujer Natalia Álvarez han llegado a la recta final de la guerra que mantenían.
Tal y como publica Europa Press, Natalia Álvarez se ha trasladado a vivir de alquiler a un piso de dos dormitorios en Boadilla del Monte, nada que ver con el gran chalet que fue su domicilio desde que se casó con Rafa. Por lo que respecta al torero, éste continúa entrenando en el campo los fines de semana. Su intención es volver a los ruedos el próximo mes de marzo.
Tras vender el domicilio conyugal, y evitar así un posible embargo como han asegurado algunos medios, Rafa se encuentra muy contento y es que además las cosas con la madre de su hijo van bien. "Es una venta normal y corriente de una casa, tampoco es un pecado", ha asegurado a Chance el extorero. El dinero, dice, se "ha repartido", aunque el dinero de la venta ha sido menor de lo publicado, según su versión.
Su ex Natalia Álvarez está ahora viviendo "en un piso precioso" y que él le sigue pagando una pensión "como siempre" ha hecho. "Todo bien" respecto a la venta de la casa, y también "mejor" en lo que respecta a la relación entre ambos. "Nosotros en el chalet no teníamos zonas comunes ni nada y aquí tiene piscina climatizada, pádel, el niño tiene amigos del colegio y está encantado", dice al respecto de la nueva vida de ella.
No obstante, y preguntado si iría con ella a tomar café tras el conflictivo divorcio, asegura que "no, tanto no, cosas normales, está todo bien. Si el niño está malo, me llama y me lo dice".