Alonso Guerrero fue durante un breve período de tiempo esposo de la princesa Letizia, con quien había mantenido una relación ya desde su juventud, conviviendo con él varios años antes de contraer matrimonio en 1998 para divorciarse apenas un año y tres meses después.
Una vez se conoció el dato la prensa se lanzó sobre Guerrero, exprofesor de literatura del instituto de la princesa. Pero todavía más que con el también escritor David Tejera, sólo se encontró con el silencio sepulcral de éste. El escritor y profesor es un hombre discreto hasta el extremo, y en ningún momento quiso sacar tajada del asunto. Todo ello a pesar de que con su último libro, Un palco sobre la nada, le llegaron a hacer todo tipo de ofertas televisivas.
En Telecinco, en concreto, fueron no sólo suculentas sino, sobre todo, "frecuentes". Unas exclusivas que le hubieran servido para hacer buenos contactos en el mundo literario e impulsar su carrera. Él mismo reconoce que el matrimonio con Letizia "en un momento me benefició, porque tuve contacto con algunas editoriales importantes".
Tal y como asegura a la revista Flash, en un reportaje titulado "Letizia: la confesión de su ex marido", Guerrero explica cómo fue capaz de ignorar esas ofertas tan tentadoras y pensar qué le convenía a su familia, a él y a su literatura, y finalmente optó por quedarse en la pequeña editorial La Luna Libros, en la que ha publicado todas sus obras: "Sigo siendo un escritor minoritario".
Residente en Alcalá de Henares, donde también trabaja, y casado en segundas nupcias con la profesora de secundaria María del Carmen Astero, madre de una niña a la que quiere como si fuera propia, Guerrero se vio abrumado por la prensa cuando Letizia Ortiz comenzó a hacer sus apariciones públicas como prometida del príncipe.
Ahora, Guerrero continúa seguro de la decisión que tomó, y de hecho está satisfecho de haber "recuperado el anonimato". Asegura que "sólo escribo de lo que me apetece y no voy a meterme en este asunto, no por nada, sino porque no me inspira". No obstante, también señala que "todo el mundo tiene un precio".
Y acaba: "Nunca he querido hablar de ello porque no es un tema que yo haya elegido. Es una historia que ya está superada. Mi máquina del tiempo siempre mira hacia delante".