El portero del Real Madrid, Iker Casillas se puso manos a la obra para combatir sus incipientes entradas hace ahora casi un año. Según informa La Otra Cónica, suplemento del diario El Mundo, el pasado mes de diciembre decidió someterse a un trasplante capilar preventivo para luchar contra la pérdida de pelo.
Para ello, se puso en manos del prestigioso doctor Eduardo López Bran, que pasa consulta en la clínica madrileña Imema, situada en la calle Juan Hurtado de Menzona, muy cercana del templo madridista del Santiago Bernabéu.
La técnica utilizada fue la de microimplantes foliculares, que suponen un gran avance respecto a los ya anticuados microinjertos. Entre sus ventajas está que el cabello trasplantado de la parte de la nuca a la zona afectada por la alopecia andrógina o calvicie común jamás se volverá a caer.
La publicación del diario que dirige Pedro J. Ramírez asegura que el tratamiento habría costado al campeón del mundo unos 7.000 euros y que fue la causa de por qué acudió notablemente hinchado a un partido benéfico las pasadas navidades. Casillas achacó entonces el hinchazón a una alergia.
El nacimiento del cabello se le ha adelantado considerablemente, dice La Otra Crónica, y aún está previsto que gane un 10 por ciento más hasta que acabe diciembre. Eso, a pesar de que sus frecuentes viajes hagan que haya sido un poco indisciplinado en el tratamiento a seguir: aplicarse Minoxidil –un vasodilatador que estimula el crecimiento del pelo– durante seis meses.