Durante la primera semana de septiembre, tal y como informa la Casa Real, don Juan Carlos recibió a la nueva Junta de Gobierno de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, en la que Javier Benjumea Llorente, marqués de Puebla de Cazalla, sucedió en el cargo de teniente de Hermano Mayor a Alfonso Guajardo-Fajardo.
El cargo de Hermano Mayor de la Corporación recae, de forma honorífica, en Su Majestad el rey don Juan Carlos I, el cual está representado por su teniente de Hermano Mayor, presidiendo éste la Junta de Gobierno.
Su nuevo presidente, el empresario sevillano Javier Benjumea Llorente, es hijo de Javier Benjumea Puigcerver, fundador de Abengoa, y hermano de Felipe Benjumea, presidente de la citada compañía, la empresa más importante de Andalucía dedicada a las áreas de energía, telecomunicaciones, transporte y medio ambiente.
Los Benjumea siempre han destacado por su cercanía a la Familia Real y en concreto por su amistad con don Juan Carlos, por lo que es de suponer que el acceso a la presidencia de la orden ha contado con el visto bueno del monarca. El titulo de marqués se lo otorgó en 1994 don Juan Carlos a su padre por su labor empresarial, aunque Javier Benjumea Puigcerver era sobrino del conde de Guadalhorce que fue ministro de Fomento en la dictadura de Primo de Rivera.
Javier Benjumea es, además, miembro del consejo de Telefónica en Argentina, miembro de la Fundación de Caridad del Príncipe de Asturias, y vicepresidente de Compañía Sevillana Endesa. También es presidente del Patronato de la Fundación Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia.
Real Maestranza de Caballería
La Maestranza de Caballería remonta su origen a la conquista de la ciudad en 1248, cuando los caballeros que acompañaron al rey Fernando III fundaron una Cofradía o Hermandad Caballeresca bajo la advocación de San Hermenegildo, con el fin de adiestrarse en el manejo de las armas y de las prácticas ecuestres. La Real Maestranza como tal se configuró en 1670, y en época de Carlos II se le otorgó el tratamiento de Real.
Actualmente su objetivo sigue siendo servir a la Corona mediante el fomento de las actividades culturales y la labor benéfico-social. Es dueña de la plaza de toros de Sevilla así como de las casas de la calle Adriano, y cuenta con un presupuesto anual aproximado de cinco millones de euros, según el presidente saliente. Es propietaria de varios Hospitales, desarrollando diversas tareas de ayuda social y actos públicos. Desde 1965 otorga unos importantes trofeos a los triunfadores de la Feria de Abril y patrocina además la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, que forma a los jóvenes valores, entre otras iniciativas de apoyo al mundo del toreo.
La gran diferencia entre la Maestranza de Sevilla y las demás Órdenes Militares españolas es que en Sevilla todavía tiene mucha importancia social. Mientras que en Madrid no tiene ninguna relevancia ser Caballero de Calatrava o de Santiago, en la clase alta sevillana es un requisito ser miembro. Y no solamente en Sevilla, madrileños como Alvaro Santa Cruz o Fernando Bornos (marido de Esperanza Aguirre), entre otros, lo son. De hecho, la boda de la hija de Pedro Morenés, ministro de Defensa, tuvo lugar allí. Por todo ello no es casualidad que las dos familias más importantes de Sevilla -económicamente hablando- los Benjumea y los Solis (marqueses de Motilla), estén dentro y a la cabeza de los órganos de gobierno.
No hay unas normas claras para ser maestrante. En palabras de Alfonso Guajardo-Fajardo:
"Considero que la primera condición es el ser y sentirse español. La segunda ser católico, apostólico y romano; la tercera, ser monárquico por tradición familiar y convicción personal. La cuarta, al ser una corporación nobiliaria, ser descendiente de la antigua nobleza del reino de Sevilla. Y la quinta, la más importante y más difícil de cumplir: ser persona. ¿Y qué entiende usted por ser persona? Pues esa es la diferenciación entre unos y otros".
Las mentideros de la Villa, que todavía existen, rumorean que por eso mismo a Rafael Medina, duque de Feria y uno de los pocos Medinaceli varones, le rechazaron su candidatura. Marichalar, sin embargo, sigue siendo Maestrante. Los tiempos cambian... hasta en la Maestranza de Sevilla.