Isabel Preysler aprueba la relación de su hija Ana Boyer con el tenista Fernando Verdasco. La mujer de Miguel Boyer acudió como embajadora especial a la primera parasarela de moda filipina bajo el título "Piña" de tejido alta costura realizada por la diseñadora Patis Tesoro.
Isabel fue, como es costumbre, el centro de atención de los allí presentes. Al preguntarle su opinión acerca de la relación de su hija pequeña y el deportista, no tuvo ningún reparo en afirmar que es absolutamente "encantador" y que aún no le conoce mucho. Cuando le pregunté si le gustaba, respondió que a quien le tiene gustar es a su hija.
Como era de esperar, Isabel Preysler, fiel a su elegancia habitual, escogió para la ocasión un vestido de encaje de color rojo con zapatos de charol con un tacón de vértigo. Conociendo a la filipina más internacional, se puede deducir que Verdasco le gusta para su hija.
Por lo que respecta a la joven Boyer, que acaba de finalizar sus estudios universitarios y se lanza ahora al terreno laboral, ocupa con la figura de Verdasco un espacio que hasta ahora, y pese a sus idas y venidas con amigos, permanecía relativamente vacío. A la hija menor de Isabel Preysler no se le conocía novio durante los últimos meses, y el encuentro con Verdasco promete ser una de las comidillas de la prensa rosa de este curso que todavía comienza.
Las imágenes en la portada de la revista ¡Hola! de la semana pasada, que confirmaron lo que parece una amistad a punto de pasar a más, no dejan lugar a dudas. No había besos ni abrazos, pero en las imágenes de la revista se evidenciaba una complicidad mucho más que especial. Ahora, con las declaraciones de Preysler, todo parece más que confirmado.