España está sumida en la crisis económica más grave del último medio siglo, pero sigue tirando mil millones de euros de dinero público a la basura cada año. Y lo peor de todo es que este gasto inmenso es una minucia comparado con el verdadero daño que los receptores de esos mil millones nos generan cada día. Me explico. En España hay aproximadamente 20.000 asesores políticos designados “a dedo” que cobran una media de 50.000 euros al año cada uno, es decir, reciben 1.000 millones de euros entre todos. Hasta ahí todo relativamente bien, a pesar de que esta cifra representa todo lo recaudado por la última subida del IVA.
El problema auténtico deriva del hecho de que el “asesor político” típico en España se caracteriza por tener muy poca o ninguna formación académica, ninguna experiencia laboral en el sector privado, y una única habilidad: una capacidad insólita de dar palmas con las orejas cada vez que su superior en el partido hace algo. ¿De qué van a asesorar estos sujetos si no saben de nada?, nos preguntamos los contribuyentes. Nunca han competido por aprobar una oposición, nunca se han levantado para ir a trabajar tomando el metro a las 6 de la mañana, y nunca han tenido que cuadrar el presupuesto de una empresa. Pero, estos "asesores" no solo nos cuestan mil millones de euros al año en salarios, ¡eso no es nada! Con su escasa preparación y nula experiencia laboral nos han generado y siguen generando daños por un monto mucho mayor cada vez que implementan una idea propia o “asesoran” a su superior.
Por ejemplo, ¿quién asesoró a Jesús Caldera para decretar “papeles para todos los inmigrantes” y decir que "no habría efecto llamada" cuando en España hay 5.7 millones de inmigrantes, casi 2 millones de ellos venidos después de la regularización masiva de Zapatero o "ley Caldera" y de los cuales casi el 40% están en paro? ¿Quién asesoró a Magdalena Álvarez recomendando gastar miles de millones en autopistas a ninguna parte que no tienen ni tendrán nunca un flujo de coches que justifiquen su existencia? ¿Quién asesoró a Pepiño Blanco y recomendó gastar miles de millones en construir líneas de AVE uniendo localidades fantasma sin actividad económica ni población ? ¿Nadie sabía que nada de esto no lo podíamos pagar? ¿Dónde estaban los asesores para “asesorar” que estas ideas eran una locura?
La historia adquiere tintes dramáticos al comprobar que, cuando el “asesor político” en cuestión consigue estar bien callado y aplaudir cuando debe, se le premia con una concejalía en un Ayuntamiento o un alto cargo en un gobierno autonómico, pudiendo entonces tomar decisiones que comprometen miles de millones de euros de nuestros impuestos -tales como construir autovías a ninguna parte o aeropuertos sin aviones- mientras son a su vez asesorados por otros individuos con tan poca formación y capacidad como ellos mismos y que ahora ocupan los espacios que estos dejaron vacíos al ascender. Un círculo vicioso que nos ha arruinado, nos ha traído 6.2 millones de parados y que aparentemente Mariano Rajoy no está dispuesto a tocar. ¿Alguien sabe por qué Rajoy, defraudando a millones de sus votantes para satisfacer a un puñado de sus militantes amamantados por el presupuesto público, no toca ni uno solo de estos asesores ni reforma ni una sola de estas estructuras?
Dado el cariz que están tomando las cosas en España y el dramatismo de las figuras del desempleo, o Mariano Rajoy entrega la cabeza de estos asesores que nos han hundido o tendrá un octubre rojo, y no vendrá del 15-M sino de las franjas altas del IRPF.