Quedamos en que los hombres públicos (y las mujeres, claro) en España no es que hablen mal el español, sino que lo retuercen hasta conseguir una jerga muy particular. La hemos llamado aquí "politiqués", aunque no solo recurren a ella los políticos sino también los expertos, periodistas y comunicadores de toda laya. Es una mezcla de anglicismos, alargamiento de las palabras y las frases y oscurecimiento de los términos. De esa forma los discursos politiqueses dan un tono de conocimiento y experticia que deja asombrado al público, a la audiencia. Veamos de seguir componiendo un pequeño diccionario de términos politiqueses:
Cuando en el politiqués se dice... | Realmente se quiere decir... |
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a mi juicio | en mi opinión |
de hecho | realmente, en realidad |
contemplar | prever, poner en práctica, manifestar |
transversal | (que se pacta o se identifica con los adversarios) |
sostenible | barato, poco costoso, poco contaminante, subvencionado, deseable. (Realmente no quiere decir nada) |
de referencia | modélico, ejemplar |
hacer referencia | referirse |
mediático | periodístico |
cuando menos | por lo menos |
A veces el politiqués desciende a la majeza de algunas expresiones populares. Por ejemplo, en lugar de decir "no" se emplean vulgarismos que parecen sacados de la jerga juvenil: "como que no", "va a ser que no" o "para nada". En una negociación entre politiqueses no basta con decir "estoy de acuerdo con esa idea"; se acude al anglicismo para decir "esa idea te la compro".