Parecía que Griñán, el nuevo Presidente de la Junta de Andalucía, era un político más o menos serio y poco dado a la demagogia populachera tan habitual en el Sur. Pues resulta que este fin de semana ha salido a defender a su predecesor, Manuel Chaves, de quien ha dicho que es "el hombre más honesto de Andalucía", a pesar de que lo acaban de pillar concediéndole millonarias subvenciones a la empresa de su hija. Pero no sólo eso: en un encuentro con mujeres socialistas, Griñán ha dicho lo siguiente: "Hoy vamos a usar el femenino nada más. Estoy muy contenta. No os riáis. Siempre se ha utilizado el masculino para llamaros a vosotras y no me importa que se utilice el femenino para llamarme a mí". Esto es lo que hay.
Dice Griñán, señores,
que está contenta
de ser de Andalucía
la presidenta.
Fuerte quebranto,
que un hombre tan contenta
pueda con tanto.
Contenta está, señores,
parece claro,
pese a la grave crisis
y pese al paro.
Un socialista
cuando gobierna nunca
se pone trista.
En lo de estar contentas
tenemos vistos,
junto a Griñán, montones
de socialistos.
Y si son hembras,
automáticamente
se vuelven miembras.
Y está Manolo Chaves
en su despacho
también muy contentísima,
pese a ser macho.
Se regocija
de lo bien colocada
que está su hija.
Cobrando subvenciones,
no sé por qué,
nadie gana a la hija
de don Manué.
¡Qué pingüe renta!
Por eso Manuel Chaves
está contenta.