En regiones alejadas de la tragedia de Barajas, la bola de nieve que se ha formado con revelaciones sobre las inspecciones oficiales de seguridad puede tener un efecto muy positivo para sus economías. Uno piensa, por ejemplo, en países como Croacia o Eslovenia, competidores crecientes por el turismo europeo, que ya se estarán frotando las manos con las últimas noticias aparecidas en la prensa española.
Según una noticia publicada en Libertad Digital, "después de conocerse que Fomento ha retrasado lapuesta en marcha de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) por "falta de fondos" y por la imposibilidad de conformar un comité directivo (debía haber echado a andar el 2 de junio), este lunes sabemos quelos dos inspectores no tienen asignada de forma oficial ninguna aerolínea, y no han realizado ni una sola inspección desde 2002".
Para un país que aspira a malvivir del turismo de masas, estas revelaciones son muy perjudiciales. La imagen que en estos momentos ofrece España es de chapuza e incompetencia, así como de un desconocimiento absoluto de la fragilidad del mercado. Cuando el turista pierde la confianza en un destino, difícilmente vuelve a recuperarla. El Mediterráneo ofrece ya muchos lugares con buena infraestructura, seguridad y precios asequibles para el bolsillo medio. Si las informaciones que vamos conociendo en las últimas horas se extienden por el resto de medios de comunicación europeos, los daños pueden ser irreversibles.
Como el desgobierno es una causa perdida desde hace mucho tiempo para cualquier análisis racional, especialmente grave resulta la actitud del Partido Popular en todo este reguero de denuncias. Jamás se le pediría a la oposición desde estas líneas caer en la bajeza exhibida por los socialistas cuando en mayo de 2003 un Yakolev 42 se llevó la vida de 62 militares españoles en Turquía. Aquí no se trata de exigir una oposición para erosionar a este nefasto desgobierno, sino para que se arroje luz a los hechos, Fomento aclare lo que denuncian los dos inspectores y, si procede, ponga los medios para solucionarlo. Hablamos de muchos muertos en Barajas y de la intranquilidad que se respira en el ambiente tras estas denuncias.
Y es que la noticia publicada por Libertad Digital no deja lugar a muchas interpretaciones: "Mientras, lostécnicos oficiales de Fomento denuncian que "la inspección tendría que ser más rigurosa y exigente", y revelan: "Nadie se ha dirigido a nosotros tras el accidente del MD-82. Contamos muy poco, hoy en día". Y citan varios casos de irregularidades en las que se desoyó su opinión de especialistas. Por ejemplo, el del comandante de Iberia Michel Gordillo."
Los desastres los fomentan quienes, por incompetencia o desidia, no ponen los medios para evitarlos, pero también aquellos que no fiscalizan a personas y ministerios que han demostrado ser indignos de un país desarrollado. Nada serio puede esperarse de este Gobierno calamitoso, ni, lamentablemente, de una oposición que ha dejado vendidos a los ciudadanos a la espera deheredarel poder. Pero todavía menos de una ciudadanía dispuesta a depositar su confianza, legislatura tras legislatura, en partidos incapacitados para una buena gestión de la cosa pública, todo en aras del mal menor.